sábado, 15 de febrero de 2014

Pan, educación, libertad. Última entrega de la trilogía de la crisis.

 Tercera y última entrega de la entretenida, interesante y dura "Trilogía de la crisis" de Petros Markaris..
 
Petros Markaris es uno de mis escritores preferidos de novela policiaca. Nació en Turquía, en 1937, en el seno de una familia de origen armenio y griego. Estudió en Estambul (se nota su dominio de la ciudad en alguna de sus novelas) y en Grecia. Se especializó en cultura alemana, y se ha dedicado a la traducción de autores clásicos alemanes. Esta visión políglota y su experiencia internacional se nota a la hora de retratar la sociedad griega, ya que lo hace con amor pero también con la objetividad y precisión de un cirujano.

Aunque ha escrito teatro y guiones de cine, su obra más conocida es una serie de novela policiaca. Jaritos es un comisario honrado y trabajador, que tiene que apañárselas en un medio hostil. No solo deberá perseguir a criminales de todo tipo, sino que habrá de sortear la burocracia interminable y la politización de la administración griega. Y por la tarde, tendrá que lidiar con su mujer, ama de casa tradicional, llena de recursos y siempre dispuesta a endosarle un poco de sabiduría popular. Eso si, sus múltiples enfados terminarán frente a un buen plato de tomates rellenos...

Markaris se declara progresista y su ideología se plasma en sus novelas. Sin embargo, su inteligencia y falta de sectarismo le permite describir la realidad de forma objetiva, y nada ofensiva para el lector, sea cual sea su ideología. De hecho, sus críticas a los progresistas acomodados y corruptos son más duras y ácidas de lo que pudiera escribir un escritor de derechas. Markaris critica sin piedad a la  llamada “Generación de la Politécnica”, que se enfrentó a la dictadura en 1973, y ha sabido aprovecharse muy bien durante muchos años.
La acción de la novela se sitúa en un duro año 2014 para Grecia. El país ha tenido que abandonar el euro, volver al dracma, y suspender pagos. La sociedad se prepara para una vuelta de tuerca más, en medio de manifestaciones y dramas personales. En este ambiente explosivo, una serie de crímenes con un mensaje extraño se producen en Atenas, y Jaritos tendrá que recurrir a todo su ingenio para resolverlos, mientras que las preocupaciones se acumulan en casa, y no tiene dinero ni para conducir su querido Seat Ibiza….

En realidad, se trata de la tercera parte de la llamada “trilogía de la crisis”, tres novelas policiacas que van reflejando la caída a los infiernos de los países mediterráneos, y especialmente de Grecia. La serie comenzó en 2010 (Con el agua al cuello), continuó con una novela aun más negra y desesperada en 2011 (Liquidación final), y culmina con Pan, educación, libertad en 2013. En esta trilogía, Markaris se despacha a gusto con banqueros, empresarios y políticos sin escrúpulos, pero tampoco se olvida de los aprovechados y corruptos de cualquier estamento o ideología. Aborda de forma inteligente temas durísimos, como el paro, la opresión a los emigrantes atrapados en situaciones imposibles, el crecimiento de la extrema derecha, la falta de esperanza para los jóvenes... Su solidaridad y cariño está con la gente honrada que una vez más, ve desplomarse sus proyectos e ilusiones. Y a todo esto consigue entretener y arrancar una sonrisa al lector, sin pretender dar lecciones magistrales de nada.
Aunque la premisa de Pan, educación, libertad no se ha cumplido (al menos por ahora), y nuestros países siguen en el euro (en la novela, España también vuelve a la peseta), los hechos que narra y la situación social que retrata son muy realistas. Curiosamente, esta última novela abre a pesar de todo una puerta a la esperanza, en la forma de acciones solidarias entre amigos, familiares y vecinos, y retrata una nueva conciencia de lo público, más realista y menos politizada, más ajustada quizás a la naturaleza humana. Parece resignarse a que la utopía soñada por la izquierda nunca llegará, pero aun así es posible una sociedad mejor. En todo caso, estas ideas son sugeridas por el escritor pero no formuladas explícitamente, dejando a lector margen para su interpretación personal. Aunque las circunstancias son distintas, existen bastantes paralelismos entre nuestros dos países, y Markaris hace referencias a España en distintas ocasiones.








No hay comentarios:

Publicar un comentario