Unsere Mütter, Unsere Väter (literalmente, nuestras madres, nuestros padres), es una miniserie alemana que ha tenido un gran éxito en su país de origen.
La acción comienza en Berlín, en el verano 1941. 5 amigos se
reúnen para despedirse, ya que dos de ellos, hermanos, se incorporan al frente
como soldados, y otra amiga como enfermera. Se prometen volver a reunirse en
Navidad. La Guerra va aparentemente muy bien para Alemania; están imbuidos de
un espíritu alegre y nacionalista. No son especialmente nazis ni antisemitas
(uno de ellos es judío), pero creen en la grandeza de Alemania, y en la mayor
parte de las mentiras del Régimen.
Obviamente, durante los próximos meses y años, sufrirán la terrible
realidad de la Segunda Guerra Mundial y del nazismo, que ha marcado la historia
reciente de Europa.
La miniserie está dividida en tres episodios: Otra época,
Otra guerra, y Otro país. Nos va guiando a través de una guerra cada vez más desesperada
para Alemania, cruel y salvaje. La acción se divide casi a partes iguales
entre el frente del este y la vida
cotidiana en un Berlín cada vez pobre y amenazado. Poco a poco las
convicciones de los protagonistas se verán sometidas a duras pruebas, y sus
caminos serán muy distintos a los que soñaron…
La serie está muy bien realizada, y es relativamente
original a pesar de narrar una historia muy conocida y llevada al cine en múltiples ocasiones. Refleja bien la perspectiva
de una juventud educada durante el nazismo, y las historias personales que
narra son interesantes. La parte militar está muy bien resuelta. Sin
alcanzar la perfección técnica de “Hermanos de Sangre”, destaca por la meticulosidad
en la recreación de la época, cuidada hasta el último detalle. La acción bélica es
resuelta con mucha precisión y respeto por los hechos.
También me ha gustado la banda sonora, especialmente la preciosa canción principal "Mein Kleines Herz" (mi pequeño corazón).
Esta canción nostálgica y triste sirve de telón de fondo a un drama que arrastró a la muerte a millones de personas. Esta serie contribuye a que no lo olvidemos jamás.
Desde mi punto de vista creo que es una miniserie bastante atractiva que sin duda causó algunas diferencias pues la mayoría de los críticos y espectadores creen que de alguna forma esta serie humaniza o justifica a los nazis y deja atrás lo negro de los alemanes. Lo cierto es que la serie cautivó a miles de personas y consiguió captar la guerra desde otro punto de vista; el de cinco jóvenes que empiezan siendo unas personas en 1941 y acaban siendo otras muy distintas en 1945, poseídos por el dolor y el arrepentimiento.
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