jueves, 2 de agosto de 2018

Salyut 7


Vladimirrr pekadorrr suberrr pakarrr que la cosa ta mu marrl...


Para los aficionados a la astronomía, la astronáutica y la ciencia ficción, es fácil encontrar películas y documentales sobre la carrera espacial de los EE.UU. Mucho menos frecuentes son las películas sobre la otra parte en litigio: la Unión Soviética. Por ello, tenía interés en ver la película rusa de 2017 “Salyut 7”, dirigida por Klim Shipenko. Supongo que ésta debe ser su primera película que llega al mercado occidental.


La historia narra una misión soviética de rescate a la nave Salyut 7, que había sufrido una importante avería mientras estaba desocupada y volando en piloto automático entre misiones tripuladas. El Programa Salyut (saludo) consistió en la puesta en órbita de una serie de estaciones espaciales, civiles y militares, entre 1971 y 1985. Fueron lanzadas por el potente cohete Protón, que sigue activo desde Baikonur. Las estaciones Salyut fueron sustituidas por la famosa Estación MIR. La Saluy 7 fue la última de la serie, la más avanzada, y fue visitada por misiones internacionales.

En febrero de 1985, la estación Salyut 7 se quedó sin electricidad. Aunque le quedaba poca vida útil, se decidió probar suerte con una arriesgada misión de rescate protagonizada por los cosmonautas Vladimir Dzhanibekov y Victor Savinikh. Lo más complicado en principio era el atraque manual (los soviéticos confiaban en un buen sistema de atraque automático que tenían perfeccionado). La estación rotaba en tres ejes haciendo muy complicado el atraque que debía ser manual en cualquier caso. Los cosmonautas lo consiguieron, en una gesta de valentía y destreza. A partir de ahí tendrán que lidiar con todo tipo de dificultades que no vamos a comentar…


La película sigue los esquemas clásicos del cine espacial de aventuras realistas. Conocemos las circunstancias personales y familiares de los cosmonautas, bien recreadas por actores y actrices desconocidos para nosotros; se reconstruye la interesante tecnología de los 80, anticuada pero exprimida a fondo por técnicos competentes; vivimos las tensiones políticas, militares y técnicas en el centro de mando en un ambiente de cambio, en el que se intuye el final del comunismo en una Unión Soviética ya dirigida por Gorbachov…

Esta película consigue muy buenos resultados de efectos especiales, todo resulta muy real, con el mérito de contar con un presupuesto bastante más bajo que los de Hollywood. Además, los personajes resultan creíbles, no incurren en el histrionismo o la exageración de algunos caracteres de las películas clásicas de aventuras, esos tipos a los que nos gustaría que un meteorito les quitara de en medio en su primer paseo espacial para que nos dejaran disfrutar del resto de la película. Si total, ya sabemos que van a morir antes o después…




Es de agradecer que en una película de estas características sea comedida, no abuse de los lloros y los gritos en la estación de control, y en general, trate todos los temas que aborda con precisión, delicadeza y sensatez, si bien parece que ha modificado algunos aspectos de lo que realmente pasó.

Es una manía de casi todas las películas históricas que no acabo de entender. Si se trata un episodio real, ¿los guionistas van a ser mejores que la propia historia? Imposible. ¿Por qué nos tienen que complicar la vida a los espectadores, obligándonos a revisar que es verdad y que es invención? ¿Tienen que inventarse cosas para justificar su sueldo? Les pediría que rodaran dos versiones, una la real y otra para el público cuyo gusto creen conocer. A ver cual tiene más éxito.  Eso si, la recreación de la nave y toda la tecnología ha estado muy cuidada, y se nota. Hay escenas muy bellas, y algunos momentos son realmente espectaculares.


Parece que los rusos están recuperando episodios interesantísima historia espacial de la Unión Soviética.


Una película muy entretenida. Una buena peli de "tíos que flotan", como diría nuestra amiga Teresa. Muy recomendable en general, e imprescindible para los amantes del género.


lunes, 18 de junio de 2018

PHotoESPAÑA 2018: Cecil Beaton. Mitos del Siglo XX

Una de las mejores cosas que tiene el mes de junio es, sin duda, la llegada de PHotoESPAÑA a Madrid, el Festival internacional de fotografía y artes visuales que en su edición XXI vuelve, como las oscuras golondrinas, en diversos y maravillosos rincones de Madrid sus fotos a colgar.

Este año he comenzado la primera de mis visitas por la exposición Mitos del siglo XX de Cecil Beaton: "Fotógrafo, diseñador de vestuario para la gran pantalla, cronista de un mundo estilizado y exquisito, sir Cecil Beaton retrató a algunos de los personajes más relevantes del siglo XX: su objetivo captó a miembros de la aristocracia británica, a celebridades del Hollywood de oro o a los grandes iconos de la cultura y de la política.

Su capacidad para sugerir mundos sofisticados y sensuales, para mostrar la naturaleza más frágil del personaje, le convirtieron con solo 30 años en el retratista preferido del mundo de la moda, del arte y fotógrafo oficial de la familia Windsor. Cultivador infatigable de la elegancia y de la belleza, trabajó para Vogue entre 1928 y 1954, revista para la que fotografió a los grandes diseñadores, como Chanel, Vreeland, Dior o Balenciaga. Su trabajo le proporcionó el Oscar al mejor diseño de vestuario en dos ocasiones: por Gigi (1958) y por My Fair Lady (1964)".

En estos lugares (Fundación Canal- Canal de Isabel II, Calle Mateo Inurria, 2) en los que el compromiso con el autor, exige de ti capacidad critica, espíritu abierto y una sensibilidad a flor de piel, tu atención no debe centrarse únicamente en las obras expuestas porque te perderías una parte importante del conjunto: las personas que visitan la exposición al mismo tiempo que tú, cuyas observaciones, al hacerte entender lo que ellos experimentan y poder compararlo con tu propia vivencia, te ayudarán a comprender mejor tu propia emoción estética.

Y sin más dilación aquí les dejo mi particular visión de la exposición. ¡Espero que la disfruten!

Gandes mujeres...

Vivian Mary Hartley, conocida artísticamente como Vivien Leigh, la inolvidable Scarlett O'Hara que el viento no pudo llevarse.
La nariz de Barbra....


Joan Crawford: querida Blanche, sabes tú ¿Qué fue de Baby Jean?
Dos cara de la misma moneda: la frágil Norma Jeane/ la sexual Marilyn
Anna Magnani: "Dejenme todas las arrugas, no me quiten ni una. he tardado toda una vida en procurarmelas".
Elizabeth Taylor: belleza con conocimiento de causa.
Beaton dijo de ella :"Es una víbora putrefacta y recalcitrante. Espero no tener que verla nunca más". Tal vez por eso en esta foto Katharine Hepburn, icono de modernidad y fuerza, no parece ella. No le hace justicia en absoluto.
Al retratar a la dulce Grace, Cecil supo captar, perfectamente, su lado menos dócil.
María Callas, la diva, la mejor Tosca que Puccini pudo soñar. Su portentosa voz no fue suficiente para superar un pasado de "adolescente gordinflona, miope y poco atractiva". Murió a los 53 años, sola, en su apartamento de París.
Anita Loos: una de las primeras guionistas de Hollywood, autora de la novela cómica Los caballeros las prefieren rubias, cuya adaptación cinematográfica protagonizaron Marilyn Monroe y Jane Russell.
Gertrude Stein y Alice B. Toklas, amante, confidente, amiga, secretaria. Vanguardia en estado puro. 
Antes de que las flores de la amistad se marchitaran la amistad se marchitó.

Amo a mi amor con v
porque así es
amo a mi amor con b
porque estoy cerca de aquello
un rey.
Amo a mi amor con a
porque es una reina
amo a mi amor y a es la mejor de ellos
piénsalo bien y sé un rey,
piénsalo más y piensa una vez más
amo a mi amor con vestido y con sombrero
amo a mi amor y no con esto o con aquello
amo a mi amor con y porque es mi prometida
ámola con una d porque está mi amor al lado
gracias por estar allí
a nadie le ha de importar
gracias por estar aquí
porque no estás allí
y con y sin mí lo que es y sin ella puede tardar
y entonces y cómo y todo alrededor pensamos y descubrimos que es
hora de llorar ella y yo.

"Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas Ngong". La maravillosa película de Sydney Pollack, y las fantásticas interpretaciones de Meryl Streep y Robert Redford, nos hicieron soñar con África y compartir la historia de amor de la baronesa Karen Blisen y su amado Denis Finch Hatton.
Helena Rubinstein: mujer de negocios, coleccionista de arte y filántropa. Fundó y dio nombre a la compañía de cosméticos que lleva su nombre y que, con el tiempo, la convertiría en una de las mujeres más ricas del mundo.
Gabrielle "Coco" Chanel: revolucionó el mundo de la moda. Con sus innovadores diseños liberó el cuerpo de la mujer y su nombre se convirtió, por derecho propio, en sinónimo de elegancia.
Elsa Schiaparelli: diseñadora del color y el surrealismo.

Esta pareja son  Lee Miller y Roland Penrose. Como sus nombres no me decían nada, pensé, por la instantánea, que se trataba de una clásica pareja americana de los años cincuenta, de esas en las que la mujer debía ser buena ama de casa, servir a su marido, cuidar a sus hijos y despreocuparse por su carrera laboral. Me equivoqué. Lee Miller fue modelo, fotógrafa, artista, chef y corresponsal de guerra. Aún me pregunto cual fue la intención de Beaton al realizar esta fotografía.

Grandes hombres...

Tennessee Williams: autor de Un tranvia llamado deseo y El zoo de Cristal. Después de fotografiarlo, Beaton lo describió como "un regordete corpulento, con ojos color turquesa y la cabeza como una piña".
Arthur Miller: uno de los dramaturgos más prestigiosos del Siglo XX, autor de Muerte de un viajante y Las brujas de Salen. Beaton dijo de él: "Tenía la apariencia de una feroz águila americana".
¡Poderoso perfil!
Rudolf Nureyev: bailarín y coreógrafo ruso, nacido en Siberia.
Las manos del maestro Cristobal Balenciaga. Beaton dijo "sus vestidos nunca pasaran de moda" porque "Balenciaga es una español serio y abstemio, un arquitecto magistral que trabaja con lineas imperecederas". ¿No les resulta llamativa alguna palabra en ese párrafo?

Él no necesita presentación. No es un actor, es EL ACTOR. Su porte, sus gestos, su voz y su mirada...
Esa mirada...
Y para terminar Cecil Beaton, el autor, y su selfie. Cabe preguntarse, ¿se retrato tal y como era o se mostró indulgente con sus vicios y defectos?

¡Chi lo sa!

¡No se la pierdan!

lunes, 4 de junio de 2018

The Terror




The Terror está resultando una de las series más exitosas de esta temporada. Se trata de una producción de AMC, de 10 capítulos, basada en una novela del escritor estadounidense Dan Simmons. Este autor, del que no he leído nada, tiene un estilo más próximo a la fantasía que a la ciencia ficción. También aborda la novela histórica, y en “The Terror”, mezcla ambos géneros. Su novela más exitosa es “Hyperion”, inspirada en los Cuentos de Canterbury

La historia que inspira “The terror” es apasionante: una misteriosa y desastrosa expedición británica, capitaneada por el Contraalmirante John Franklin, que en 1845 zarpó al Ártico con el objetivo de encontrar el Pasaje del noroeste. Se trataba de abrir una nueva ruta comercial entre Europa y Asia, a través de las heladas aguas entre Groenlandia y Canadá. Para ello, contaba con dos excelentes barcos, el Erebus y el Terror, dotados de lo mejor que la tecnología podía ofrecer en su época, incluyendo un motor de vapor, y tres años de provisiones enlatadas. Sin embargo, las prisas y un recorte en el presupuesto de la expedición traerían  fatales consecuencias para la tripulación. La expedición se perdió y poco más se supo de los desdichados marineros a pesar de numerosos intentos de rescate.

Recientemente se  han descubierto los restos de ambos buques, uno de ellos en muy buenas condiciones



La serie se basa en estos hechos, que pudieron acabar afectando gravemente a la tripulación, como algunas decisiones erróneas, falta de alimentos frescos, y sobre todo, la contaminación por plomo de las latas y el agua, que es la explicación más aceptada. Sólo con estos elementos, y las típicas movidas de las expediciones marinas (rivalidades, motines, etc.), podría construirse una buena serie. Y de hecho, esta parte funciona muy bien. La reproducción de los barcos, de las técnicas de navegación, de los instrumentos, las armas, etc., es muy interesante. Los actores también están a la altura, especialmente el Capitán Jared Harris (Mad Men, The Crown, The Expanse) y Tobias Menzies (Roma, Juego de Tronos). Otro acierto es la introducción de flashbacks en la historia, que explican el carácter de los peculiares oficiales al mando. Resulta muy interesante la aparición de los inuits, con su modo de vida adaptado al terrible medio ártico.

Sin embargo, a mi entender hay dos factores que afectan negativamente a esta serie. Por una parte, el guión  a veces es confuso, y no permite seguir bien los acontecimientos. Pero lo peor es tratar de integrar la parte fantástica, que supongo que estará en la novela original. Cuando sale…lo que sea que salga, me saca de la historia. Creo que no es necesario añadir una penalidad más a la pobre tripulación, ya bastante ocupada en no congelarse ni morirse de hambre. Pero bueno, si es el precio a pagar para ver una buena serie de barcos de época, un género casi abandonado, lo aceptaremos. Al fin y al cabo, no salen los zumbaos piratas del Caribe….

Teniendo en cuenta todo, una serie entretenida e interesante. Recomendable.







domingo, 8 de abril de 2018

El mundo perdido (The lost world), 1925.




Antes de Spielberg ya había bichos chungos pisoteando tranvías...


Arthur Conan Doyle (1859-1930) se hizo mundialmente famoso con sus relatos sobre Sherlock Holmes, el detective más famoso de la historia. Menos conocida es su entretenida novela “El mundo perdido” (1912), en la que una expedición liderada por el carismático Profesor Challenger encuentra una meseta perdida en Sudamérica en la que todavía sobreviven dinosaurios y otros animales prehistóricos. Además de tratar de sobrevivir a todo tipo de peligros animales y humanos, Challenger está preocupado ya que nadie le va a creer a su regreso. Así que planea llevarse un souvenir un tanto especial, de los que no se encuentran fácilmente en las tiendas para turistas…

En su momento leí la novela, pero no la recuerdo bien y la tengo pendiente para nuestro club de novela de ciencia ficción. Para ir haciendo boca, hace poco vi la primera adaptación de esta historia clásica al cine. Se trata de una película muda de 1925, protagonizada por Wallace Beery (El estupendo Long John Silver de la Isla del Tesoro de 1934), y dirigida por Harry O. Hoyt en Hollywood. Este director pionero comenzó su filmografía nada menos que en 1916, y en esta película consigue quizás el primer gran éxito de la ciencia ficción en la gran pantalla. Lo más llamativo de la película es que consigue unos efectos especiales divertidos y creíbles para la época, utilizando la técnica del “stop-motion”; en la que se recrea el movimiento fotograma a fotograma. Esta técnica comenzó con las obras de varios pioneros, como el inglés Stuart Blackton, el francés George Méliès y el español Segundo de Chomón. Por cierto, de este último podemos ver “El hotel eléctrico” en Youtube, que ilustra claramente esta técnica que exige mucha paciencia.


La película es bastante fiel al original, pero introduce un personaje femenino en la expedición, ausente en la novela (cambio que será copiado por muchas producciones futuras), y aumenta la espectacularidad del final. Los efectos especiales no fueron lo más importante, sino la propia historia, que influyó en la trama de todas las películas del subgénero “monstruos prehistóricos” a partir de entonces, empezando con la magnífica “King Kong” de 1933, que se inspira claramente en ésta, y acabando con la saga de Parque Jurásico. En todas ellas disfrutaremos de personajes más o menos frikis en la expedición, visitaremos mundos exóticos llenos de bichos gigantes con mala leche, y el más chungo se las apañará para escaparse y modificar el urbanismo de alguna ciudad, inicialmente Londres, pero más frecuentemente, Nueva York.

En definitiva, si eres fan del género, puedes ver The Lost World, aunque sea un rato en Youtube, si bien al parecer existen varias versiones de la misma, con una curiosa historia sobre copias rescatadas.





domingo, 11 de marzo de 2018

Toledo y la lluvia

Por lo mucho que escasea, la lluvia en Toledo siempre es una maravilla:



















Vean y disfruten:



sábado, 3 de marzo de 2018

Philip K Dick electric dreams




















Jarrrr, ya me liao otra vez con el fistro del secadorrr...


Philip K Dick ha sido un filón para el cine. Muchas películas se han basado en relatos suyos, y la mayoría son bastante buenas. La más importante fue Blade Runner (1982), a partir del relato ¿sueñan los androides con ovejas eléctricas?. Otra película famosa y muy entretenida fue Minority Report (2002), basada en el relato de igual título de 1965. También destacable resultó Desafio total (1990), llena de acción y entretenimiento, pero en este caso, el relato original (Total recall) resulta mucho más interesante. En él, Philip K Dick aborda su gran preocupación: ¿qué es realidad, qué es ficción, es posible diferenciarlas?.

Este tema está presente también su novela de historia ficción y mundos paralelos El hombre en el castillo (The man in the High Castle), que cuenta con una interesante adaptación en una serie de televisión de Amazón. Aunque no se ciñe mucho a la novela original, utiliza sus ideas para construir una historia alternativa inquietante y muy bien construida.

Amazón ha redescubierto el potencial cinematográfico de los relatos de Philip K Dick, porque hace poco nos ha sorprendido con otra serie, Philip K Dick’s electric dreams, producida por la británica Channel 4. Consta de diez capítulos basados en otros tantos relatos del autor.

La serie utiliza las ideas originales de los relatos pero generalmente les aplica una capa de tecnología, supongo que influenciada por el éxito de la estupenda Black Mirror. Por desgracia el resultado es irregular. Varios episodios son entretenidos, con argumentos conocidos y clásicos, algunos son flojillos, y finalmente, hay otros estupendos. Pero incluso en episodios previsibles, como Planeta imposible, nos encontramos con sorpresas agradables; en este caso, con una enigmática Geraldine Chaplin. Yo recomiendo dos episodios, que merecen mucho la pena: Autofac, con una historia postapocalíptica clásica e impactante, y sobre todo, Safe and sound, una triste e incisiva reflexión sobre la seguridad frente a la libertad.

Los seguidores de Philip K Dick estamos de enhorabuena, ya que sus relatos siguen siendo fuente de inspiración para los guionistas y directores actuales.



Eso si, no conviene dejar de leer de vez en cuando alguno de sus cien relatos originales….












martes, 27 de febrero de 2018

Marie Skłodowska Curie, el valor del conocimiento



Marie Curie, el valor del conocimiento, es una interesante coproducción entre Polonia, Alemania y Francia, que narra los años centrales de la vida de Marie Sklodowska Curie. Fue dirigida en 2016 por Marie Noëlle, guionista de “La mujer del anarquista”. Narra la vida personal de Marie Curie desde la trágica muerte de su marido Pierre Curie en 1906, hasta la consecución de su segundo Premio Nobel, de Química (fue la primera persona en ser galardonada con dos premios Nobel). Su personaje es interpretado de manera convincente por la actriz polaca Karolina Gruszka.

María  Sklodowska nació en Varsovia en 1867. Tras una infancia dura por las dificultades económicas y por las barreras para proseguir sus estudios por ser mujer, consiguió trasladarse a París en 1891 y continuar sus estudios a pesar de grandes dificultades. En 1895 se casó con el físico francés Pierre Curie.

La película arranca con la dramática muerte de Pierre, atropellado por un carro. Fue una muerte terrible que causó gran dolor en su entorno y en el mundo científico francés. Poco a poco, María se recupera y retoma sus investigaciones con la radiación y su aplicación pionera en el tratamiento del cáncer. Pero la película adquiere su mayor interés cuando narra dos de los episodios más conocidos e impactantes de su vida. Por un lado, la polémica y bochornosa votación en la Académie des sciences que negó su incorporación en 1911. Y por el otro, en el escándalo de su relación sentimental con el físico Paul Langevin, aireado por una prensa amarilla que casi le costó su segundo Nobel. Por suerte, Marie supo defenderse con dignidad.

"El premio me lo dieron por el descubrimiento del radio y el polonio. Creo que no hay ninguna conexión entre mi trabajo científico y los hechos de mi vida privada".


Menos comedido resultó su colega Albert Einstein.

"¡Ve a Estocolmo! Estoy convencido de que debes despreciar este alboroto. Si la chusma sigue molestándote, deja de leer esas estupideces. Déjaselas a las víboras para las que fueron escritas".

La película trata superficialmente los aspectos de su investigación científica, aunque existen otras películas y series que la abordan con más detalle. Al menos yo recuerdo haber visto una interesante serie hace años, que podría ser ésta:

http://www.imdb.com/title/tt0075534/


Esta película, aunque no es redonda, resulta aconsejable precisamente por profundizar en momentos intensos y dramáticos de su vida. También es bonita la vida familiar con sus hijas (una de ellas, Irene Joliot Curie, resultó galardonada con el Premio Nobel de Química en 1935)

A destacar el original final, con una alegre Marie dando un paseo por París...