Lucía Puenzo es una directora y guionista argentina, conocida
por sus películas “XXY” y “El niño pez”. Su novela “Wakolda”, publicada en
2010, recrea la presencia en Argentina de nazis huídos de Alemania tras la II Guerra
Mundial. En 2013 ella misma la lleva al cine , con la película “El médico alemán”. La historia se centra en la vida de la comunidad alemana en
argentina, compuesta en parte por nazis, que fueron acogidos por el Gobierno de
Perón. La historia está muy bien narrada en las novelas de Philip Kerr, que
hemos comentado en este foro en alguna ocasión.
La película se centra en una
figura histórica concreta, el criminal doctor Josef Menguele. Su interés en la genética y la eugenesia, y la
libertad que le ofrecía la degeneración moral nazi, le llevó a aplicar todo
tipo de salvajes experimentos sobre los infortunados prisioneros de Auschwitz. Al finalizar la guerra fue capturado brevemente, pero
consiguió ocultar su identidad real. Gracias a la organización Odessa,
consiguió huir a Argentina en 1949. Al sentirse a salvo recuperó su nombre real
y prosperó como empresario en los 50. Sin embargo, el famoso cazador de nazis,
Simon Wiesenthal, consiguió dar con él. Menguele consiguió huir de nuevo, en
esta ocasión a Paraguay. Más adelante tuvo que trasladarse a Brasil. Fue
viviendo cada vez peor, pero logrando siempre escapar del cerco. Al parecer,
murió ahogado en una playa en 1979. Es curioso que justo un año antes se estrenara la película "Los niños del Brasil", en la que se narraba una trama nazi organizada por Menguele.
http://www.filmaffinity.com/es/film210289.html
Sus restos fueron exhumados después y
finalmente en 1992 se certificó su identidad. Aunque sus andaduras por Latinoamérica no se conocen con
detalle, se sospecha que continuó de alguna manera con algunos terribles
experimentos, especialmente con niños gemelos. Lógicamente, debieron ser mucho
más discretos que en Alemania. Pero precisamente la fuerza de esta película
reside en lo que insinúa, más que en lo que narra. La historia resulta verosímil
gracias a una magnífica producción, una colaboración entre Argentina, España,
Francia y Noruega. La recreación de la época es muy creíble, mientras que los
preciosos paisajes de la Patagonia contrastan con los siniestros
temas abordados. El guión resulta sutil e interesante. Pero lo mejor son las
interpretaciones: el extraordinario Diego Peretti, que ha demostrado que domina
los registros cómicos o serios a la perfección; Alex Brendemühl, muy creíble en
su papel de Menguele, siniestro y refinado, y Natalia Oreiro; y la adolescente
Florencia Bado, que borda su papel.
Una película a tener en cuenta, en si misma, y por la
trágica historia que evoca.
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