ATENCIÓN:
Intentamos revelar lo menos posible de la trama, pero inevitablemente se deduce
en parte de estos comentarios.
Este
año está resultando muy bueno para los amantes del cine de ciencia
ficción. Hace poco pudimos ver “Elysium”,
una interesante y entretenida película de Neill Blomkamp. No tan original como
su debut con la impactante District 9, pero muy recomendable. Algo más floja,
pero también entretenida, resultó Oblivion, afectada por el excesivo
protagonismo de Tom Cruise. También Will Smith buscaba lucirse junto a su hijo
en la curiosa y estrambótica After Earth. Y además, recientemente hemos podido
disfrutar de la tercera entrega de Riddick. Esta última película resulta
también recomendable para los amantes del género, aunque se sostiene demasiado
en un Vin Diesel parodiándose a si mismo. De la trilogía, la excelente Pitch
Black sigue siendo la mejor. Y todavía no he visto la prometedora Europa Report…
Este
género ha estado en decadencia muchos años, con muy pocas producciones, así que
es una buena noticia esta racha tan estupenda.
Pues bien, este otoño vamos a disfrutar aun más del género más amado por
los frikis. Esta semana ha llegado por fin la esperada y aclamada Gravity, y no
decepciona. Un buen augurio era el director, el mexicano Alfonso Cuarón, que ya
había demostrado su maestría en el género de la ciencia ficción con la
estupenda Hijos de los hombres (2006). Cuarón ha tardado en volver a dirigir,
pero ha merecido la pena esperar.
Gravity es
más una película de aventuras que de ciencia ficción, ya que la tecnología que
aparece es la existente actualmente, salvo alguna pequeña licencia. La Estación
Espacial Internacional, los transbordadores americanos y la nave rusa Soyuz nos
resultan familiares. Y no digamos el telescopio Hubble. No hay friki que se
precie que no tenga al menos una maqueta de esas naves en su casa. Además, la misión reflejada
por la película no puede resultar más realista: reparar el vetusto telescopio Hubble para darle algo de vidilla.
No se trata de salvar el mundo de asteroides asesinos con inverosímiles equipos de
mineros, ni de defenderse de alienígenas macarras...
La misión de
reparación resulta muy emocionante; la tensión y dificultad de trabajar en el espacio están maravillosamente
reflejadas. A partir de ahí ya sabemos que va a pasar algo gordo y que se va a
liar parda, pero los detalles los dejamos para la sala del cine. El mérito de
la aventura es que trata de respetar la ciencia, y casi siempre lo logra. En
este artículo se revisan aciertos y errores del film, pero cuidado que se
revela parte de la trama.
El silencio del
espacio es el aspecto más impresionante, y juega un papel fundamental, junto
con la excelente banda sonora de Steven Price. La elección
de Sandra Bullock y George Clooney como protagonistas es discutible a mi
entender. Por un lado, hacen un excelente trabajo, y atraerán a muchos espectadores
a una película sobre el espacio que seguramente no habrían visto. Pero su
condición de superestrellas resta algo de verosimilitud a los personajes que
interpretan. En todo caso, están estupendos ambos, con escafandra o sin ella.
Además de ellos, la gran protagonista es la propia Tierra. Las vistas
que nos ofrece la película resultan grandiosas; las más impresionantes que
hayamos visto jamás en cine.
Como en toda película de aventuras, con muy
pocos protagonistas, el director tiene que introducir algunos aspectos
biográficos y humanos. Aunque algo tópicos, también resultan muy eficaces. Toda la
película nos remite a un antecedente claro: Apolo XIII, que ya nos dejó pegados
en la butaca en su momento.
Esta película
ha obtenido un éxito de crítica muy importante. Muy pocas obras pueden presumir
de un increíble 97% en rotten tomatoes.
Aunque en el
título hablamos de la culminación del estupendo año de ciencia ficción, quizás
el puesto esté reservado a la todavía no estrenada “El juego de Ender”. Ya
podemos ir apuntando el 8 de noviembre para ir a ver la esperada adaptación de
una de las novelas imprescindibles de ciencia ficción.
En
definitiva, una película estupenda, una gozada para disfrutarla en 2D, 3D o en
la dimensión oculta, es igual. Va a arrasar.
Gran película, es cierto. Muy entretenida e interesante, respetuosa y bien documentada desde el punto de vista científico. A partir de un guión supuestamente simple que describe una sencilla y casi rutinaria reparación de unos sistemas, se encadenan una serie de acontecimientos que vienen a desmentir esa solo aparente premisa: nada es sencillo en el espacio. Merece la pena verla en 3D porque la sensación de realidad-profundidad le añade realismo y espectacularidad. Gracias por la entrada, Juan.
ResponderEliminarDe nada; ha sido el bombazo friki del año, jajaja...
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