Primero, y sobre todo, porque el encargado de darle vida en pantalla es Robert Downey Junior. Un actor que me encandilo en “Solo tú” junto a Marisa Tomei (actriz que me apasiona por sus interpretaciones en películas como “In the Bedroom” o “El luchador”); un hombre que me sedujo con su papel en la serie “Ally McBeal”, personaje por el que ganó, además de un Globo de Oro, diversos premios que reconocieron su trabajo durante 21 capítulos. Cuando lo despidieron, debido a sus problemas con la justicia a causa de las drogas, la serie perdió audiencia, cancelándose poco después. Solo un actor como él, que ha sabido escapar de su infierno particular, podría hacer creíble el papel de súper héroe millonario, excéntrico, inteligente, arrogante, mujeriego, caprichoso, simpático y encantador.
Segundo porque Iron Man es, ante todo, un hombre. Superman es un extraterrestre, Kal-El, procedente del planeta Krypton, que ya nace con visión de rayos x, fuerza extraordinaria y capacidad para volar. Spider-Man, Peter Parker, es mordido por una araña radiactiva en una exhibición científica y adquiere agilidad, fuerza y la capacidad de adherirse a las paredes y techos. El Capitán America, Steve Rogers, fue inoculado con un misterioso “suero de soldado universal”, que le permite alcanzar una estatura e inteligencia sorprendentes. Thor es el dios del trueno. ¡En esta liga todos juegan con ventaja!
Por eso, con el único que se puede comparar Iron Man es Batman: ninguno posee superpoderes (solo cuentan con sus conocimientos científicos, destreza física y habilidades detectivescas… bueno y con su fortuna). No obstante se diferencian en dos cosas: Batman no usa armas de fuego (aunque sabe como hacer muuucho daño) mientras que Iron Man no solo las usa sino que las fabrica; los dos suelen salir por la noche, pero uno lo hace para velar por la justicia y el otro para… ir de copas .
Shane Black nos presenta una película amena, muy divertida y que, aunque repleta de chismes tecnológicos curiosos y entretenidos, no olvida el lado humano del héroe, con sus excesos y sus muchas neuras. Cuando Tony Stark asimila la mítica frase que su tío, antes de morir, le dijo a Peter Parker (“no lo olvides, un gran poder conlleva una gran responsabilidad”) sufre varias crisis de ansiedad ante el temor de no estar a la altura de lo que el mundo espera de él.
Ben Kingsley como enemigo público numero uno, con sorpresa, no tiene precio. Él, junto a Don Cheadle (ese Jefe de Seguridad con cuerpo de armario empotrado y alma sensible adicto a “Downton Abbey”) ayuda a consolidar el tono de humor que siempre ha impregnado las películas de Iron Man. Aunque Guy Pearce está convincente en su papel, mi villano favorito sigue siendo el interpretado por Mickey Rourke en “Iron Man 2”.
Jeje, me gustó la peli, muy entretenida. Es el mejor superhéroe, el más divertido, los demás son demasiado pretenciosos. Y encima se liga a la Paltrow! Un abrazo,
ResponderEliminarJuan