jueves, 31 de mayo de 2012

Trazos escarlata: la herencia marciana


Fardando de amoto marciana en el estupendo cómic "scarlet traces".



Londres, principios del siglo XX. Diez años antes, el Imperio Británico se salvó de una invasión marciana gracias a susceptibilidad a las bacterias terrestres de los asquerositos marcianos. Tras su muerte, dejan trípodes y tecnología variada para ser aprovechada por los terrestres. Y los ingleses, en pleno explendor imperial y victoriano, la utilizan para convertirse en los amos del mundo. Al fin y al cabo, tienen una reputación que mantener. No hay ejército que resista sus nuevas armas de rayos calóricos, ni lugar del planeta al que no puedan viajar con sus aviones desarrollados con teecnología marciana.

Pero el impacto de la fallida invasión ha ido más allá, acelerando la revolución industrial, y creando más tensiones sociales. Londres se transforma en una ciudad espectacular, pero terrible y peligrosa. Una serie de crímenes aparentemente cometidos cerca del Támesis llevan al comandante retirado Robert Autumm y al Sargento Archie Currie a iniciar una arriesgada investigación que les llevará al centro de poder del nuevo Imperio Británico…

Este intrigante argumento es desarrollado por Ian Edginton en el estupendo cómic “Trazos escarlata” (scarlet traces). Fue encargado originalmente para ser publicado en internet. Se trataba de una apuesta arriesgada, construir a partir de la clásica novela “La guerra de los mundos” de HG Wells, pero tanto los guionistas como las fabulosas ilustraciones de D’Israeli están a la altura. El cómic es muy respetuoso con la idea original, y la desarrolla de una forma creible y terrible a la vez.

http://en.wikipedia.org/wiki/Scarlet_Traces

Por cierto, se ha publicado un estupendo libro llamado “1001 cómics que hay que leer antes de morir” (Paul Gravett, editorial Grijalbo), que consitituye una buena obra de referencia para los amantes del género.

http://www.distritojazz.es/2012/04/paul-gravett-1001-comics-que-hay-que-leer-antes-de-morir/


lunes, 28 de mayo de 2012

Canino
Kynodontas (Dogtooth)

Para la ética discursiva el rasgo característico de los seres humanos es la racionalidad manifestada objetivamente en el lenguaje. En la acción comunicativa la racionalidad viene dada por la capacidad de entendimiento entre sujetos capaces de lenguaje y acción mediante actos de habla cuyo trasfondo es un mundo de creencias e intereses no explícitos comúnmente aceptados por las comunidades de comunicación. El uso arbitrario del lenguaje es, precisamente, lo primero que te llama la atención en esta película.

Giorgos Lanthimos nos muestra, de manera sorprendente y no exenta de un humor mordaz, como unos padres, que se niegan a que sus hijos reciban ninguna clase de influencia del exterior, manipulan su vida mediante la manipulación del lenguaje. Cambiando a su antojo el significado de las palabras, consiguen aislar más aún a sus hijos mermando su capacidad de comunicación con otros seres humanos. El resultado son unas escenas hilarantes que, al mismo tiempo, te producen estupor y cierta claustrofobia por lo que implican.

Al eliminar de la vida de los adolescentes la influencia de los otros dos grandes agentes de socialización, la escuela y el grupo de pares, queda en manos de la familia, tercer agente, la educación de los menores. Así esos padres irresponsables, decididos a ser la única referencia de comportamiento y fuente de información para sus descendientes, montan un sistema de normas y valores que los adolescentes no pueden cuestionarse porque carecen de referencias para comparar. Los padres deciden la diversión, la comida, el castigo…

La labor de control y aislamiento alcanza su máxima expresión en el código férreo que el padre inventa y que supone una condición sine qua non para poder abandonar el domicilio familiar. Y aquí, demostrando un extraordinario conocimiento del comportamiento humano y de los dilemas a los que nos enfrentamos a lo largo de nuestra existencia, Lanthimos nos muestra como lo que somos, no solo es fruto del proceso de socialización al que nos vemos sometidos nada más nacer, sino que es un compendio de éste, de las características personales de cada uno, aquellas que conforman nuestro carácter, y de nuestra experiencia vital.

Así, cuando la hija mayor, cuya curiosidad y ansia de saber no pueden domeñar los padres ni con sus mentiras ni con sus golpes, decide que ha llegado el momento de conocer mundo, de salir, lejos de infringir el código establecido por el padre lo cumple a rajatabla, aunque ello suponga lesionarse físicamente de manera brutal.

La película es tan original, tan sorprendente, tan divertida a la par que trágica, que aunque al principio ejerces como un espectador neutro porque no acabas de entender lo que estás viendo en pantalla, terminas totalmente rendido y entregado al buen hacer de este excelente director griego.

sábado, 26 de mayo de 2012

Falling skies: otra ronda de aliens cabreados

Falling skies es una serie de ciencia ficción, situada una vez más, en un mundo apocalíptico, devastado tras una invasión alienígena. Narra la lucha por la supervivencia de un maltrecho regimiento militar y una pequeña población civil bajo su precaria protección. La serie ha sido creada por Robert Rodat, guionista de “Salvar al soldado Ryan” y “El patriota”, y producida por Steven Spielberg. La primera temporada se emitió el año pasado, y ahora se está emitiendo la segunda.

La serie contiene todos los ingredientes que un buen friki aficionado al género puede desear, especialmente un grupo de extraterrestres monstruosos y malvados con armas cañeras. Son quizás lo mejor de la serie. Los personajes humanos, sin embargo, resultan un poco decepcionantes. Se recurre a tópicos como el héroe militar americano, el delincuente redimido, el traidor, la valiente doctora, etc. Se echa de menos más acción alienígena, y sobran un poco las historietas de la gente, que acaban resultanto un tanto cargantes. Da la impresión de que el presupuesto ha sido demasiado limitado para este tipo de series, y los efectos especiales decepcionan, al menos al compararlos con películas recientes, tan espectaculares como “Battleship”.

La serie se sitúa en el entorno de Boston, y sirve de homenaje a la Guerra de la independencia americana, ya que recrea un poco los regimientos históricos de Massachusetts. El principal protagonista, interpretado por Noah Wyle, fue profesor de historia antes del ataque, lo que recuerda también a “Salvar al soldado Ryan”. Además, adapta ideas antes exploradas en la ciencia ficción, como los bichejos de “The puppet masters” de Heinlein. También está inspirada en la serie “Jericho”, que retrata una América devastada tras un ataque terrorista nuclear. Y, por supuesto, como toda historia de invasión extraterrestre, está en deuda con “La Guerra de los mundos”. El guionista se afana por aportar alguna originalidad a la historia, pero no acaba de conseguirlo.

A pesar de resultar algo decepcionante, la serie ofrece divertimento para los aficionados al género, que no podemos dejar escapar la menor oportunidad de ver nuevos alienígenas cabroncetes haciendo de las suyas.

lunes, 14 de mayo de 2012

Sombras tenebrosas

Creo que ya vale. Seguir manteniendo este triunvirato (Tim Burton, su mujer y Johnny Depp) le está haciendo un flaco favor a los tres. Tienes la sensación de que cuente lo que cuente la película ya lo has visto antes.

Uno cosa es tener un universo propio y muy particular y otra reproducirlo una y otra vez (“Charlie y la fábrica de chocolate”, “Sweeney Todd: El barbero diabólico de la calle Fleet”, “Alicia en el País de las Maravillas”, “La novia cadáver”).

Siempre he considerado a Johnny Depp un magnifico actor, pero últimamente entre su papel de Jack Sparrow y los que interpreta para Tim Burton se está convirtiendo en un conjunto de maquillaje, muecas y aspavientos exagerados que hacen peligrar su credibilidad como actor. Incluso empiezo a dudar de que fuera capaz de llevar el peso de una película solo a fuerza de silencios y miradas.

Sombras tenebrosas” encuadrada en el género de comedia/terror/fantástico, creo que, en realidad, no encaja en ninguno de ellos ya que reírte no te ríes absolutamente nada (es más, los diálogos resultan casi patéticos), miedo no sientes (como no sea que te asuste el hecho de haberte dejado engañar, otra vez, por la publicidad que te ha inducido a elegir esta película) y de fantástico podríamos calificar el hecho de que estos tres elementos no se den cuenta aún de que ha llegado el momento de separarse y abrirse a nuevos horizontes, por su bien y por el de todos los espectadores.

Si tuviera que destacar algo de esta película seria el hecho de que haya recuperado a Michelle Pfeiffer, a quien hacía mucho tiempo que no veía en el cine, y la actuación de Eva Green, cuyo papel de bruja piruja resulta sexy y refrescante.

viernes, 11 de mayo de 2012

La guerra de los mundos

Los marcianos cabronazos de H.G. Wells devastan la plácida Inglaterra victoriana en su clásica novela "la Guerra de los mundos"



La Guerra de los Mundos es seguramente la novela de ciencia ficción más famosa de la historia. Con ella, HG Wells inaugura el género de la ciencia ficción moderna, con permiso de Julio Verne, claro. Aunque he visto diversas adaptaciones al cine y al cómic, nunca había leído la novela original.

HG Wells escribió la novela en 1898. Por lo tanto, es algo posterior a sus otras dos grandes obras: La máquina del tiempo (1985) y El hombre invisible (1897). En ella, el protagonista, un filósofo inglés, narra con extraordinaria precisión la invasión de Londres y sus alrededores por parte de un pequeño pero terrible ejército marciano. HG Wells plantea una estupenda estructura narrativa, ya que divide la acción en dos puntos de vista: las del protagonista y la de su hermano, que tiene una experiencia también dura pero algo más alejada de la acción. Un gran acierto es dar información directa e indirecta, siempre desde el punto de vista de los personajes. El juego de la información, desinformación y rumores es fundamental en el transcurso de la historia, sobre todo al principio. HG Wells nos describe una sociedad bastante avanzada en sus medios de comunicación: periódicos con ediciones especiales y telégrafo, pero se quedan cortos a la hora de describir con precisión lo que está ocurriendo.

Los aspectos científicos de la novela son muy intersantes, e igual que en La máquina del tiempo, demuestran que el autor estaba al tanto de los conocimientos de la época: microbiología, evolución, ecología (magnífica narración de la invasión por parte de las plantas rojas), y astronomía . Además, en la descripción de la tecnología marciana se adelanta al descubrimiento del láser con sus “heat rays”, a la robótica con la descripción de las intricadas máquinas marcianas, pasando por la astronáutica (el inventor de cohetes Robert H. Goddard se inspiró en esta novela) y y avanza temas clásicos en la ciencia ficción que han inspirado multitud de novelas y películas posteriores: la invasión por parte de una civilización más avanzada, el desmoronamiento de la frágil sociedad industrial, la soledad de los supervivientes…

La novela muestra también el temor a la guerra moderna, con armas cada vez más poderosas, el desarrollo de terribles innovaciones como los gases tóxicos y la aparición de la aviación, a la vuelta de la esquina. La narración recuerda lo que poco después se vivió en los campos de batalla de la I y II Guerra Mundial.

Pero además del gran interés de todos estos temas, la historia en si resulta muy entretenida, y mantiene en vilo al lector a pesar del conocido final. Las escenas de acción resultan muy verosímiles, algunas espectaculares como la batalla entre un marciano y el acorazado HMS Thunder Child. Por otra parte, la crueldad de los marcianos linda con el género del terror. Por todo ello, a pesar de que la historia es de sobra conocida, merece la pena leer el libro original y disfrutar del comienzo del género de ciencia ficción.





miércoles, 9 de mayo de 2012

Radio encubierta: buena música y risas

Radio encubierta (the boat that rocked), es una comedia británica del año 2009 dirigida por Richard Curtis (el conocido director de grandes éxitos como: Cuatro bodas y un funeral, El diario de Bridget Jones, Notting Hill y Love actually). La película cuenta con un estupendo plantel de actores; los más conocidos, Philip Seymour Hoffman y Kenneth Branagh. A destacar también, por una parte, el elegante y alocado Bill Knight (Love actually, piratas del caribe), y por otra, los actores de la divertidísima miniserie "The It crowd" (Chris O’Dowd y Katherine Parkinson).

http://en.wikipedia.org/wiki/The_Boat_That_Rocked

La película narra la disparatada aventura de un barco fondeado en el Mar del Norte, que se dedicaba a emitir música pop de forma irregular en el año 1966. Las canciones emitidas y los comentarios de los presentadores eran muy apreciados por un público ávido de música moderna, aburrido de la BBC, pero temidos por el gobierno conservador del Reino Unido. Este último tratará por todos los medios de cerrar la peculiar emisora.

Se basa en hechos reales, ya que en los 60 diversas emisoras montadas en barcos comenzaron a emitir de forma alegal música pop. En 1967, 21 estaciones emitían este tipo de música para una audiencia de 10 o 15 millones. Esta competencia condujo a la reestructuración de la BBC, y al cierre de las emisoras piratas por parte del Gobierno. A pesar de ello, algunas continuaron activas, desde tierra. En los 80, alcanzaron otro pico de popularidad. Hoy en día, todavía hay algunas activas, aunque se enfrentan a duras sanciones. La película se inspira sobre todo en Radio Carolina, que emitía desde el ferry Fredericia. Esta emisora sigue activa hoy en día.

http://en.wikipedia.org/wiki/Pirate_radio_in_the_United_Kingdom

La película resultó un fracaso comercial y no recibió en general buenas críticas. A pesar de ello, resulta bastante divertida, y gustará especialmente a los aficionados a la música pop clásica, con grupos como The Kinks, los Rolling Stones, the Turtles, Jimi Hendrix, Duffy, Box Tops, The Beach Boys, Dusty Springfield y The Who. En todo caso, merece la pena verla para conocer la curiosa historia de las emisoras piratas.