domingo, 25 de agosto de 2013

Crónicas bercianas

León. Ponferrada, capital del Bierzo. Camino de Santiago. Gentes hospitalarias, amigables, que reciben al viajero con las manos abiertas y su hablar cadencioso y suave. La ciudad vibra: transeúntes calzados con sandalias, tiritas y diversos tipos de vendajes resultado de las largas caminatas diarias. Algunos descalzos. Hombres y mujeres de todas las edades y nacionalidades a los que une “el polvo” del camino, porque aquí, con tanta testosterona suelta, si no te importa el olor mojas seguro (ya lo dice el refrán “burro cansado…”).

¡Se respira vitalidad y alegría!

El coqueto y recogido casco histórico acoge al visitante sin grandes aspavientos. Empiezas en la Plaza del Ayuntamiento con el magnífico edificio (S. XVI-XVII) que acoge la casa del pueblo. Dejas atrás la torre del reloj y llegas la Plaza de la Encina donde te recibe la estatua del caballero templario que encontró la imagen de la virgen en el tronco de una encina. De ahí el nombre de la Basílica en la que destacan los retablos barrocos y neoclásicos.

Pero sin duda, la estrella del conjunto es la fortaleza templaria (una de las más importantes del norte de España), elevada a orillas del río Sil, y el puente que dio nombre a la ciudad (Pons-ferrata, puente de hierro).

“El promontorio donde se asienta albergó primero un castro cuyos habitantes poblaron este territorio en la Edad del Hierro.  Con el auge de las peregrinaciones a Santiago, el rey de León, Fernando II, construyó en ese lugar una cerca de arcilla y canto a comienzos del Siglo XII, origen del posterior castillo. En el año 1178 dona la villa a la orden del Temple con la honrosa intención de custodiar el Camino de Santiago y proteger a los peregrinos en su paso por el río Sil. En 1310 los templarios se ven obligados a abandonarlo y la fortaleza pasa a los Condes de Lemos para, en el año 1486, convertirse en villa real con los Reyes Católicos”.

¡Parece un Exin-castillo!
Nos desplazamos hasta Molinaseca, de origen medieval, pueblecito encantador que conserva muchas casas con la arquitectura tradicional de la zona. Nos sorprende encontrar varias personas en bañador paseando por las calles: las orillas del río Meruelo hierven de gente que, a falta de playa, se refresca y disfruta del agua, del sol y la compañía. ¡Eso sin olvidar sus excelentes vinos y chacinas!

Montes Aquilianos. En sus laderas descansan los pueblos de Montes de Valdueza y de Peñalba de Santiago, famosos por albergar durante siglos la vida monástica. San Genadio mola: el tío no paraba. Eremita convencido dejó el Valle del Silencio repleto de iglesias y monasterios que hablan de su inquietud y de su buen gusto para seleccionar parajes de extraordinaria belleza.

Así lo atestigua el gran Monasterio de San Pedro de Montes fundado en el S. VII por San Fructuoso, abandonado durante la invasión musulmana y reconstruido más tarde por San Genadio. La desamortización de Mendizabal lo dejó definitivamente vacío.

Así lo atestigua la Iglesia Mozárabe de Santiago de Peñalba. “Situado en las estribaciones de los Montes Aquilianos, hubo aquí un monasterio fundado por San Genadio en el siglo X. De él queda únicamente esta iglesia terminada de construir en el 937 por el abad Salomón. Se trata de un templo humilde en su apariencia externa y que es una auténtica joya del mozárabe español.

Se accede al interior por una hermosa puerta con doble arco de herradura que se apoya en tres columnas de mármol. En el interior domina los arcos de herradura uno de los cuales divide la nave única en dos partes.

Hay que destacar los restos de “pintura mural” decorativa que se conservan en el interior, ocultos durante años por los revocos aplicados”.

San Genadio durante largas temporadas, buscando paz y tranquilidad para dedicarse a la oración, se retiraba a una cueva horadada en la roca, a la cual se accede por una senda estrecha que va ascendiendo lentamente. Después de una media hora, llegas a este lugar desde el que puedes contemplar una relajante panorámica de todo el valle.

¡Se me olvidaba! ¿Qué habitación creéis que ocupé durante mi estancia en el Hotel Valle del Silencio en San Esteban de Valdueza? Pues la preciosa habitación San Genadio, con bañera de hidromasaje incluida. Solo una pega: el horario del desayuno. Que no puedas tomarlo hasta las 9,30 te supone que, cuando quieres salir del hotel te han dado las 11 y no llegas a los sitios hasta las 12, lo que te obliga a realizar las excursiones durante las horas más calurosas; en verano es muy tarde pero en invierno es aún peor porque los días son más cortos.

Las Médulas, Patrimonio de la Humanidad. Los romanos llegaron a la Península y sustituyeron, en el conocido cartel amarillo actual, el verbo COMPRO por “QUIERO ORO” (hay que entenderlos mantener un imperio cuesta) y el Noroeste español se convirtió en una de las más importantes áreas extractoras del oro que nutría sus arcas y Las Médulas en una de las mayores explotaciones mineras.

Gracias a Plinio el Viejo conocemos como se obtenía el preciado metal: “En nuestro mundo [...] el oro se extrae de tres modos: en primer lugar en las partículas [o pepitas] de los ríos, como en el Tajo en Hispania [...], y ninguno es oro tan puro, ya que está pulido por la corriente y el flotamiento. Se extrae de otra forma mediante pozos o se busca derrumbando los montes”.

Este último, la “ruina montium”, fue el empleado en Las Médulas: "El tercer procedimiento supera al trabajo de los Gigantes; las montañas son minadas a lo largo de una gran extensión mediante galerías hechas a la luz de lámparas, cuya duración permite medir los turnos y por muchos meses no se ve la luz del día. Este tipo de explotación se denomina 'arrugia' A menudo se abren grietas, arrastrando a los mineros en el derrumbamiento [...] Por ello se dejan numerosas bóvedas de piedra para sostener las montañas. En los dos tipos de trabajos se encuentran a menudo rocas duras; se las hace estallar a base de fuego y vinagre [o agua] , pero a menudo, como en este caso, las galerías se llenan de vapor y humo; se destruyen estas rocas golpeándolas a golpes de martillos que pesan 150 libras [unos 50 Kg. .] y los fragmentos son retirados a las espaldas de hombres, [...] Acabado el trabajo de preparación, se derriban los apeos de las bóvedas desde los más alejados; se anuncia el derrumbe y el vigía colocado en la cima de la montaña es el único que se da cuenta de él. En consecuencia, da órdenes con gritos y con gestos para poner en aviso a la mano de obra y, a la vez, él mismo baja volando. La montaña, resquebrajada, se derrumba por sí misma a lo lejos, con un estruendo que no puede ser imaginado por la mente humana, así como un increíble desplazamiento de aire [...]". ¡Seguro que ninguno de los mineros era patricio!

La zona es preciosa pues a los restos de montaña dorados y rojizos los rodea una vegetación frondosa, con grandes árboles entre los que destacan los castaños (los romanos los trajeron a España y se convirtieron en la base de la dieta de la época) de troncos retorcidos y caprichosos que, pese a estar huecos, resisten el paso del tiempo con unas copas tupidas y orgullosas.

 
El Estancamiento de las aguas salientes del valle, debido a la interposición de una gran cantidad de estériles procedentes de la explotación minera, fue el origen del lago de Carucedo, hoy importante humedal que cobija una variopinta fauna en la que destacan las numerosas especies de aves que nidifican en sus alrededores.

Aunque subir al Mirador de Orelllán  te supone un gran esfuerzo por la cuesta (y por el calor si vas, como yo, en agosto) cuando llegas a lo alto disfrutas de unas vistas espectaculares que hacen que el esfuerzo merezca la pena.

Monasterio cisterciense de Santa María de Carracedo (declarado Monumento Nacional) que, debido al poder del clero, durante siglos ocupó un lugar privilegiado y dominante en la zona.


Villafranca del Bierzo cuenta con numerosos monumentos entre los que destaca la impresionante Colegiata. Sin embargo nuestra visita prioritaria era a la iglesia románica de Santiago y su Puerta del Perdón a la que acudían los peregrinos impedidos para conseguir el jubileo.

Como llegamos a las 15,30 tuvimos que esperar una hora y media hasta que la abrieron. Lo único que nos ayudó a soportar el sofocante calor de esas horas fue tumbarnos en los escalones de entrada donde quedamos medio adormecidos por el frescor de la piedra en la espalda y el olor a cera que de vez en cuando nos llegaba. La Puerta del Perdón permaneció cerrada para nosotros,  no por ser muy pecadores, no seáis malos, sino porque al encontrarnos en pleno uso de nuestras facultades físicas nos tocaba ir a Santiago si queríamos obtenerlo. 

jueves, 22 de agosto de 2013

Una puerta veraniega

 
Aprovechando este caluroso verano (Méteo, hermosos, os habéis lucido....)

http://www.elperiodico.com/es/noticias/sociedad/previsiones-meteorologos-franceses-frio-verano-2013-2403567

continuo con la revisión de los clásicos de ciencia ficción de ayer y siempre. En esta ocasión, vuelvo al maestro Robert A. Heinlein, autor que por desgracia descuidé en mi adolescencia, que es cuando más se disfrutan sus novelas de aventuras. Un buen ejemplo es “The door into summer”, publicada en 1956.
 
 
Esta entretenida historia está protagonizada por Daniel Boone Davis, un ingeniero extraordinario, que trabaja en un asombroso proyecto en el año 1970. De esta forma, Heinlein tiene oportunidad de imaginar el futuro inmediato, con el desarrollo de los primeros robots domésticos. Daniel tiene un porvenir brillante, en su pequeña empresa, con su socio de toda la vida y con su guapa novia... o eso parecía. Su carácter confiado le hará caer en una terrible trampa de la que va a ser muy difícil escapar. El resto de la historia, de la que no daremos detalles para no estropear la sorpresa, se centrará en el ingenio y ánimo de superación de Daniel, y nos llevará a un futuro aun más lejano…¡el año 2001!.
 
Como casi los autores de ciencia ficción de la época, Heinlein esperaba una conquista espacial que no se ha producido, y sin embargo fue incapaz de prever la revolución en las comunicaciones que hemos experimentado. En algunas cosas si acierta, como en la existencia de cajeros automáticos. Se conoce que la evolución de la banca es mucho más previsible, jeje..También era de la opinión de que una guerra nuclear era inevitable a corto plazo.
 
En cualquier caso, los detalles de ciencia ficción tienen menos peso en esta novela que la historia personal, de amor, lucha y venganza del joven protagonista. El mensaje de que el trabajo duro y la inteligencia y la honradez son la clave del éxito, no por convencional deja de ser eficaz. Las novelas con viajes en el tiempo plantean paradojas imposibles de evitar, pero Heinlein las resuelve con oficio y humor. Algunos detalles y actitudes de sus novelas nos pueden resultar algo chocantes, sobre todo algunos detalles de la trama amorosa en este caso concreto. Muchas de sus novelas reflejan la mentalidad de la América optimista e individualista de los 50.
 
Heinlein sigue resultando muy entretenido. Una novela aparentemente fácil y sin demasiadas complicaciones, aunque con cierto trasfondo.
 

domingo, 18 de agosto de 2013

Pacific rim. El primo de Godzilla...

 
Guillermo del toro es un famoso director y guionista mexicano, residente en Los Ángeles. Ha dirigido muchas películas, sobre todo en el ámbito del terror y la fantasía. Seguramente su mejor obra es “El laberinto del fauno”, una excelente película que tuvo mucho éxito. Según declara el mismo, es un enamorado de la fantasía, sobre todo de los monstruos.
Se aficionó a este género siendo niño, especialmente a los kaiju japoneses. Pronto superó su miedo para encontrar en ellos unos amigos en los que confiar. Siempre estarían ahí para acojonar al personal.
Soy un tipo socialmente inepto, las interacciones no son lo mío. Mis amigos son los monstruos.” Guillermo del Toro.
Por todo ello, no es de extrañar que finalmente haya dirigido la película más “monstruosa” de toda la historia: Pacific Rim. El argumento es sencillo: el mundo se ve amenazado por una plaga de monstruos enormes, que probablemente se pasaron con el Zumosol, dejando en ridículo a Gozilla, y no digamos ya a King Kong. Aparecen por una fosa del Pacífico, y tienen más peligro que bautizar a un gremlin.
En nuestras entradas en el blog, un aspecto importante y cultureta es buscar antecedentes y referencias previas. Así podríamos comentar que el propio Guillermo del Toro dice inspirarse en Goya (El coloso). A mi me parecen más obvias las referencias a Mazinger Z y a los Transformers…porque estamos de enhorabuena, no sólo salen monstruos en la peli, también robots gigantes…¿qué más podemos pedir?
Los robots son la caña. Mucho mejores que los transformes, más realistas, de movimientos lentos y pesados, pero poderosos, manejan más el combate cuerpo a cuerpo que la artillería, ya que ésta, a pesar de ser mucho más eficaz, restaría espectáculo a las peleas monstruo-robot. Pudiendo resolver con una buena hostia, para que recurrir a misiles. En cambio, los transformers están siempre atontados, no saben si empezar una pelea o acogerse al plan Prever.
A veces los pilotos que los dirigen se pasan un poco con el rollito Top Gun (allá va otra referencia), pero bueno, son tolerables. Configuran sus robots según sus gustos y nacionalidades, y aquí se nota la influencia de los videojuegos y películas sobre torneos de peleas. Entre los actores, destacar la presencia de Charlie Hunnam (Jax Teller en la serie “Hijos de la anarquía”); Ron Perlman, fantástico también en Hijos de la anarquía, pero muy conocido previamente (El nombre de la Rosa, etc.), y sobre todo, Idris Elba, famoso por su estupendo papel de Stringer Bell en The Wire. Por cierto, Santiago Segura también tiene una pequeña aparición.
Y aquí viene la referencia más importante de todas, y creo que no reconocida adecuadamente. El pilotaje de los robots debe mucho a la estupenda novela de John Haldeman, “Forever Peace” (1997), un clásico de la ciencia ficción. Precisamente estoy acabándola de leer estos días.
Es cierto que en estos momentos ya resulta casi imposible hacer algo realmente original, sin referencias a la ciencia ficción previa. Lo hemos visto en Oblivion, por ejemplo.
Lo mejor de la película son las impresionantes peleas de los robots y unos monstruos cada vez más cabronazos y mejor organizados. La sensación de escala está muy lograda, y los efectos digitales no resultan tan falsos como en otras películas. La brutalidad y la inmensidad de los bichos oceánicos resulta espectacular, superando cualquier otra película previa sobre monstruos.
Obviamente, es una cinta dirigida a un público friki que como Guillermo del Toro, se vuelve loco con todo bicho grandote y con mala leche. Si te encuentras entre ellos, te va a encantar.

ELYSIUM

Elysium se refiere a los Campos Elíseos que, en la mitología griega, era una sección del Hades (la morada de los muertos), un lugar sagrado donde las sombras de los hombres virtuosos y los guerreros heroicos llevaban una existencia placida y feliz en medio de hermosos paisajes. Sus habitantes tenían la oportunidad de regresar al mundo de los vivos pero rara vez volvían, ¿por qué habrían de hacerlo?

Es indudable la analogía existente entre Elysium y el paraíso terrenal cristiano. De hecho Mat Damon es presentado como un nuevo Mesías que deberá sacrificarse para salvar a la humanidad.

Dejando a un lado las reminiscencias religiosas, más o menos encubiertas, me interesa la mezcla que Neill Blomkamp ya supo utilizar, magistralmente, en “Distrito 9”, en la que una invasión alienígena sirve para denunciar el racismo, la xenofobia y como el miedo a los otros condiciona nuestro comportamiento y alimenta tópicos que nos hacen juzgar a los demás antes de verlos: ciencia ficción y conciencia social.

En esta ocasión su crítica se centra en algo esencial para el ser humano: la salud y el acceso en igualdad de oportunidades a la misma. Si no vives en Elysium, en palabras de una ya célebre paisana de Honrubia: “como te dé una miaja de apechusque, la roscas”. Esta película solo puede analizarse en clave sanitaria: la Tierra versus Elisysium; la sanidad pública versus la privada.

Año 2159. Estamos en la Tierra y hemos tenido un pequeño incidente con la policía que, actualmente, ya no son empleados públicos sino llamativos robots rojos a los que no les importa que les bajen el sueldo o les quiten días de vacaciones. Además han sido programados para incumplir las tres leyes de la robótica de Asimov pues, en estos días, no es la condición humana lo que respetan sino el concepto de ciudadanía, algo muy difícil de adquirir puesto que el visado o pasaporte que la acredita lleva al extremo la noción de personal e intransferible: va impreso en la piel y mezclado con tu ADN.

Acudimos a un hospital para que nos den un par de puntos y, cuando abrimos las puertas, podríamos decir que nos encontramos en las urgencias del Hospital de Toledo, o cualquiera de los de Madrid, en el mes de agosto: cientos de pacientes pidiendo ayuda, pocas enfermeras, menos médicos, ausencia de camas, medicamentos escasos, gritos, llantos, desesperación. Las habitaciones, si las hay, ya no son dobles o triples sino grupales. Y eso por no hablar del quirófano antes de la operación, cuando el cirujano-matarife, mientras afila su machete para destazar al pobre Matt, no puede evitar una carcajada a lo bestia cuando éste, minutos antes de perder el conocimiento, le pregunta, ingenuo, si le va a doler… ¡Pues claro que sí, joder!

En Elysium, en cambio, cada casa cuenta con una especie de cápsula o plataforma quirófano (algo que ya vimos en “Prometheus”) en la que sus habitantes, cuando sienten el más leve síntoma de que algo va mal, se echan una pequeña siestecita y salen como nuevos; no precisan anestesia ni postoperatorio, no existen listas de espera (ni Gerentes que se las salten).

La búsqueda de una oportunidad para sanar favorece la proliferación de mafias dedicadas, a cambio de precios desorbitados, de fletar naves-patera, atestadas, que rara vez consiguen aterrizar en el paraíso y si lo hacen todos sus ocupantes son detenidos y devueltos a la tierra, sintiendose aún más miserables de lo que eran cuando partieron. Pero los pobres, los desheredados, no se conforman, es lo que tienen (algo que olvidan frecuentemente los gobernantes de todo tipo).

Jodie Foster encarna a un Minis-Trillo de Defensa cualquiera: antipática, inflexible, ambiciosa. Cegada por el ansia de poder. Férrea defensora de las fronteras y del control, algo que, como a muchos antes que a ella, acaba pasándole factura.

Llama la atención el hecho de que pese a los avances en tecnología, en robótica, cuando la cosa se pone fea volvemos a recurrir a lo de siempre: una especie de marine tuneado, mitad Chuck Norris, mitad ninja, que utiliza, como arma más mortífera, una catana (probablemente made inMarto”, Toledo, Spain).

La estación espacial Elysium, con su forma de rueda de carro, recuerda, como no, a la nave de “2001: una odisea del espacio”.

Que la sanidad sea universal se consigue aplicando al ordenador central la solución que siempre te recomiendan los informáticos sea cual sea tu problema: reseteándolo

Ahora ya nadie muere ni enferma pero hay algo que me preocupa bastante, y que el director parece desconocer: la “catástrofe malthusiana”.

En fin, el resumen de esta película, por si no le ha quedado claro a la actual Ministra de Sanidad, se puede resumir con la siguiente frase: “Yo por mi salud, Mato”.

¿Lo pillan?

martes, 13 de agosto de 2013

The Master

He leído algunas citas que resumen la opinión que, en su día, los distintos críticos de cine publicaron sobre esta película y lo único que saco en claro es que a la mayoría les ocurrió lo mismo que a mí: anduvieron perdidos durante una gran parte del metraje de la misma.

Adjetivos como tortuosa, hipnótica, misteriosa, compleja, ambigua, no aparecen una sino varias veces en dichas críticas en un intento vano de justificar el motivo por el cual, una vez acabada, no te sientes capaz de explicar lo que has visto mucho menos de decir si te ha gustado. Al menos eso fue lo que a mí me sucedió.

El cine de Paul Thomas Anderson, por aquello de seguir con los calificativos, es reseco, agrio, descarnado (como se evidencia en films como “Boogie Nights” o “There Will Be Blood). Son ingredientes habituales de sus películas la música irritante y la elección de unos personajes que rara vez se hacen simpáticos al espectador, lo que evita que tomes partido y hace que analices lo que estás viendo desde una cierta distancia emocional.

No sabía que la historia estaba basada en la Iglesia de la Cienciología pero tampoco creo que sea algo relevante. Ni siquiera creo que se trate de un film denuncia-advertencia sobre las sectas. Estamos ante un relato que busca mostrar las ventajas e inconvenientes de este tipo de organizaciones y luego deja al libre albedrío decidir si benefician o perjudican a quienes se integran en ellas.

Lo primero que sorprende, y mucho, es el aspecto físico de Phoenix: su delgadez, el rostro surcado de arrugas, los ojos vacios, sus movimientos desacompasados. La perfecta mutación en un hombre extraviado, alcohólico, sin una meta en la vida. Freddie Quell en su vagabundeo sin rumbo fijo va a parar, sin saber cómo, frente a Lancaster Dodd, gurú de un grupo que sigue sus dictados sin cuestionarlos. Ahí empieza el duelo interpretativo. Freddie, descontrolado, se queda pasmado ante lo que ve: gente que obedece como corderitos las ordenes, por absurdas que estas parezcan, de su, aparentemente, simpático, amable e inteligente guía. Divertido, y halagado, por la atención de la que le hace objeto Lancaster Dodd, acepta participar del espectáculo.

Un juego para uno, un reto para el otro. Ambos, fascinados por lo que ven en el contrario, entablan una extraña relación profesor-alumno, médico-paciente, líder espiritual-apóstol, en la que van pasando de la desconfianza mutua a la curiosidad, de la burla al respeto, del aprecio al desprecio; dos personalidades fuertes que chocan tanto como se atraen. El resto de personajes asiste, expectante, a la batalla que ambos libran intentando, con sus consejos e insinuaciones, que la victoria se decante hacia uno u otro lado. Pero su influencia es prácticamente nula.

Tras un tiempo como el más vehemente defensor de Dodd, incluso ante su propia familia, cuando Freddie asiste al auge de la organización, a la extensión de su fama, empieza a dudar. Se cuestiona sus enseñanzas y acaba alejándose.

El final, cuando ridiculiza los métodos de Dodd mientras fornica con una mujer que acaba de conocer en un bar, resume a la perfección el mensaje de la película, aunque, lo confieso, necesité pensar en el durante un tiempo para entenderlo.

Es una película impactante.

lunes, 12 de agosto de 2013

El largo camino hacia el escepticismo



Los dos grandes libros del movimiento escéptico.
A principios de los 80 cayó en mis manos un curioso libro que andaba por mi casa, y que me apasionó: “Profeta del pasado”, de Erich von Daniken. El autor revisaba extraños misterios por todo el mundo, algunos clásicos como el Arca de la Alianza, otros menos conocidos (los carriles en Malta, por ejemplo); otros muy curiosos, como las alineaciones de menhires en Bretaña, los “avanzados” conocimientos astronómicos de los Dogón de Mali, o incluso el origen de la especie humana, nada menos. Obviamente, todos estos misterios tenían una explicación en común: hace un mogollón de años, fuimos visitados por avanzadas especies de alienígenas, que se dedicaron a construir centros comerciales puntiagudos en Egipto y Centroamérica, y grandes pistas de golf en Nazca…bueno, algo así.
Recuerdo que el libro me gustó mucho, y a pesar de que mi padre me comentaba que era una sarta de chorradas, a mi me pareció que podría ser verdad. Al fin y al cabo era la época de Jiménez del Oso, con su programa “Mas allá”, en el que presentaba éstos y otros muchos misterios de manera magistral. Con su barba y su voz de bajo, resultaba de lo más convincente. Por otra parte, un fulano más friki, Uri Geller, se dedicaba a doblar cucharillas con la mente en el programa Directísimo, presentado por José María Íñigo.  Por si fuera poco, series como “Proyecto Ufo”, con aparente seriedad, nos mostraban que un fin de semana si y otro también, los extraterrestres nos visitaban y de vez en cuando abducían a algún granjero con su camioneta en medio de Oklahoma (entonces no existían SUV ni monovolúmenes ni nada, que atraso, jaja…). Todavía recuerdo la primera frase del programa: “Ezequiel vio la rueda”.
Obviamente, con los años acabé descubriendo que los reyes magos no existían, y que había gente por ahí que vivía de engañar a la peña. Fue un proceso lento y doloroso, ya que perder la ilusión en la existencia del Yeti, o del Monstruo del Lago Ness, para mi fue un trauma mucho mayor que la muerte de la madre de Bambi, pongamos por caso. Mi proceso de conversión en escéptico culminó con la lectura del considerado mejor libro sobre el tema, publicado en 1996: “El mundo y sus demonios. La ciencia como una luz en la oscuridad” de Carl Sagan. Este magnífico divulgador de la ciencia ya nos había asombrado con su maravillosa serie “Cosmos”; con ella, muchos aprendimos que la ciencia y la realidad son mucho más interesantes y estimulantes que la diarrea mental de chorradas de Daniken y compañía.
En este libro, con humor pero con mucho rigor, Sagan desenmascara camelos y montajes variados. Todavía utilizo en mis presentaciones las fotos de mayor resolución que demostraron que la “cara de Marte” era una gilipollez planetaria. Sagan acertó con un tono tranquilo, evitando la agresividad, para no herir la sensibilidad de mucha gente que creía o sigue creyendo en todo tipo de mitos, leyendas y pseudociencias.
Pues bien; mi “conversión” escéptica podría haber sido más rápida de haber conocido la obra de James Randi, plasmada en su estupendo libro “Flim Flam”. Randi comenzó su carrera como mago profesional. Pronto se interesó por los engaños cometidos por colegas suyos, sobre todo mentalistas que pretendían poder localizar a personas desaparecidas, médiums ofreciendo contactos con el más allá, etc. Hizo de la lucha contra este tipo de engaños su principal actividad (siguiendo una larga tradición entre los magos honrados, como por ejemplo, Houdini), y pronto ofreció 10.000 dólares al primero que pudiera demostrar habilidades paranormales. El importe ha continuado aumentando, y actualmente está en un millón de dólares. Hasta ahora, nadie ha podido ganar el “Million dollar challenge”
Si alguien se considera capaz de detectar corrientes de agua subterránea, adivinar las cartas leídas por otra persona, doblar cucharas o parar relojes a distancia, mover objetos, predecir el futuro, contactar con los muertos o con extraterrestres, etc., lo tiene fácil. Una demostración bajo condiciones controladas y un milloncete pa la saca. Curiosamente nadie ha podido nunca con este reto…
En su libro, Randi resulta más combativo y duro que Sagan, y da cañita de la buena, indignado con todos aquellos que ganan dinero aprovechándose del dolor y el miedo de los demás. Especialmente impresionante es el capítulo dedicado a los “cirujanos psíquicos”. Estos pollos pretendían curar cánceres y otras enfermedades operando con sus manos, cuando en realidad lo que sacaban era las tripas de animales previamente preparadas en la cocina. Randi, como buen mago, no se dejaba engañar fácilmente, y de hecho, hay videos en Youtube en los que replica este y otros muchos trucos. Recientemente he tenido ocasión de revisar bastantes, y recomiendo mucho conocerlos.
Randi no tiene problema para enfrentarse en directo con todo tipo de brujos modernos, exponiendo sus trucos de salón. Pero su enemigo más íntimo es Uri Geller, precisamente. Hay un video demoledor en el que Randi pone en evidencia al pavo este, que no sabe por dónde salir. Claro que esto no le impidió seguir su carrera de farsante por todo el mundo…
La tradición de los escépcticos denunciando estas estafas ha continuado. Y si alguien piensa que son creencias inofensivas, que revise esta página…
Sólo recientemente he leído Flim Flam, cuando en realidad fue publicado ¡En 1982! Entonces yo estaba leyendo al Daniken…eso si, me lo pasaba en grande. El libro de Randi no resulta tan divertido, claro…
En definitiva, dos grandes libros, uno de Sagan y otro de Randi, desmontaron de una vez por todas las pseudociencias, de una manera rigurosa y científica, hace ya muchos años. Por desgracia, siguen floreciendo, y los embaucadores continúan forrándose con sus viejos trucos. En fin, como decían en Spanish Movie…que paranormal es todo…
Contraportada del libro de Daniken, que aun conservo. La verdad es que mirado con perspectiva, el colega mucha confianza no inspira...

martes, 6 de agosto de 2013

World War Z

El miércoles 2 de marzo de 2011 mi amigo Juan, el experto por antonomasia en cuestiones de zombis en este blog, escribió una entrada sobre la novela de Max Brooks (http://elfrikismoilustrado.blogspot.com.es/2011/03/guerra-total-contra-los-zombis.html) y nos anunciaba que Brad Pitt había comprado los derechos para llevarla al cine.

Marc Forster (a quien se deben algunas películas que se encuentran entre mi lista de excelentes, como “Monster´s Ball” o “Cometas en el cielo”) realiza un excelente trabajo porque desde las primeras imágenes que acompañan a los títulos de crédito, junto con la fantástica banda sonora compuesta por Marco Beltrami, asiduo colaborador de Wes Craven y, por ende, una autoridad a la hora de poner sonido al terror, deja patente que su intención es atrapar nuestra curiosidad, mantenernos en un estado de alerta permanente, sometidos a una tensión electrizante, y dejarnos acojonados con lo que aparece en pantalla. ¡Y a fe que lo consigue!

Un paseo familiar en coche, un monumental atasco, aunque dentro de lo normal en una ciudad gigantesca, y de repente… ulular de sirenas, policías, impresionantes vistas aéreas que nos muestran miles de personas que huyen despavoridas como ratas por las calles que, desde el aire, semejan laberintos sin salida, y una amenaza que se acerca sembrando el terror. No saben quiénes son, no sabe lo qué son, pero corren como cucarachas, igual de repugnantes, y son voraces como lobos (¡por un instante, cuando hablaron de rabia, pensé que el foco de la infección podría encontrarse en Toledo donde no hace mucho un perro rabioso atacó a cuatro niños y un adulto!)

A partir de ahí no hay relax posible; una carrera contrarreloj buscando el origen de la plaga (la parte de la investigación en busca del paciente cero me resulta muy entretenida) mientras esquivan mordiscos desde Nueva York a Jerusalén, de Irlanda a la India.

A fuerza de rehuirlos aprendes algunas cosas sobre los zombis:

1. Tienen un oído muy fino.
2. Se quedan en stand by, es decir quietos pero conectados a la espera de recibir un impulso, y los activa el ruido.
3. No existen muros lo bastante altos como para detener su hambre.
4. Y no creo que elijan Corea como destino vacacional (allí los dentistas tienen muuucho trabajo).
5. España es un referente en cuestión de epidemias porque no hay película que trate sobre plagas, virus o pandemias, en la que no se mencione la famosa Gripe de 1918 (la más devastadora de la historia humana pues en solo un año mató entre 50 y 100 millones de personas) que aunque el primer caso apareció en Kansas en abril de 1918, recibió la denominación de “española” porque al no participar nuestro país en la I Guerra Mundial, la prensa no censuró la información sobre la enfermedad y le prestó mayor atención.

La película, con pocos diálogos, es puro entretenimiento, un espectáculo visual apto para todos los públicos (pese a ser zombis la sangre y las vísceras están controladas para evitar que un exceso de repugnancia pueda llevar a los espectadores a abandonar las salas). Es una apuesta decidida por la acción, donde la velocidad de las secuencias se convierte en el mejor aliado del director para tratar de encubrir los fallos, que los hay.

Dejando claro que la película me gustó, no pude evitar, una vez terminada, diseccionar algunos aspectos de la misma que me chirriaban bastante. Principalmente la buena disposición de la especie humana a la hora de afrontar la hecatombe zombi, ya que en vez de preocuparse cada uno por sí mismo y sus familias se muestra dispuesta a colaborar con el resto de sus congéneres y a compartir unos recursos cada vez más escasos. Está demostrado que ante una situación de caos, de falta de normas, de ruptura de los controles sociales, se desatan los instintos y la solidaridad se rompe (Hobbes en su “Leviatán” popularizó la frase “El hombre es un lobo para el hombre” en la que viene a decir que el egoísmo es innato al comportamiento humano y que es la sociedad la que intenta corregir dicho egoísmo favoreciendo la convivencia).

Por supuesto no he podido evitar compararla con “The Walking Dead” una de las mejores series de TV que he visto. Aunque en la misma también se narra un apocalipsis zombi éstos (igual de voraces pero con la ventaja de que sus movimientos son lentos y destartalados) no dejan de ser el atrezo ya que de lo que trata la historia es del efecto que la epidemia produce en todos y cada uno de los personajes. A lo largo de cada temporada nos va mostrando como cada vez cuesta más distinguir entre humanos y monstruos, pues la falta de esperanza va transformando a los primeros en los segundos sin que ni siquiera sea preciso que haya un mordisco por medio. Es el fin de la infancia, de la familia, del amor. La desesperanza los lleva a cuestionarse la vida y las creencias. El instinto de supervivencia es lo único que los mueve y cuando llegan a ese punto ya no saben si merece la pena seguir luchando.

A su lado “World War Z” resulta light en todos los aspectos.

lunes, 5 de agosto de 2013

Otro excelente cómic: Asterios Polyp

 
Asterios Polyp es un interesante comic publicado en 2009, creado por el americano David Mazzucchelli. Este autor es conocido por sus trabajos en Daredevil y Batman. Después de estos comics, Mazzucchelli se propuso desarrollar proyectos más personales. Uno de ellas es City of Glass, basada en una obra de Paul Auster, que todavía no he leído. Posteriormente publica el cómic que comentamos brevemente aquí. La obra le costó 10 años de trabajo, y se nota en su gran calidad, tanto formal como de contenido.
Asterios es un intelectual, un exitoso profesor de arquitectura en la universidad Cornell de Nueva York. Vive en su mejor momento profesional, y a su éxito con las mujeres se añade la suerte de conocer y casarse con una estupenda mujer, artista, sensible, atractiva, altruista e interesante. Asterios es un hombre muy seguro, hasta el punto de resultar arrogante y pagado de si mismo. A pesar de sus diferencias, comienzan su vida en común y el matrimonio parece funcionar bien.
El comic nos presenta a  la vez otro momento en la vida de Asterios, mucho más duro. Su apartamento en Nueva York acaba de arder, y parece que ya nada le ata a la ciudad. Con sus últimos ahorros se monta en el primer autobús Greyhound que le alejará lo más posible de la gran ciudad. En un pequeño pueblo encontrará un trabajo manual, muy diferente al de profesor, y  vivirá una experiencia totalmente inesperada, haciendo amistad con una curiosa y aparentemente sencilla familia.
Ambas líneas vitales se conectarán más adelante, y llegaran ciertas explicaciones, pero la idea de fondo es que la vida viene dictada por decisiones ajenas, tomadas por caprichosos dioses griegos para divertirse con las penalidades y castigos que infligen a los pobres humanos. De hecho, el cómic se inspira libremente en el mito de Orfeo y Eurídice, y en la Odisea. Aborda temas como la dificultad de la vida en pareja y de las relaciones humanas en general, lo arbitrario que resulta muchas veces el éxito o el fracaso, etc. Accidentes, enfermedades, eventos varios, decisiones precipitadas, y en general, circunstancias que nos son ajenas pueden condicionar nuestra vida para siempre, permitiendo el desarrollo de algunas de nuestras potencialidades, y negando otras para siempre.
Aunque el cómic utiliza algunas técnicas vanguardistas y adopta ciertos riesgos, nunca resultan excesivos, y ayudan a narrar la historia. Al final, resulta una obra muy clásica, que aborda temas universales. Esta novela gráfica ha sido justamente premiada  y resultará de interés para los amantes del cómic.