Guillermo
del toro es un famoso director y guionista mexicano, residente en Los Ángeles.
Ha dirigido muchas películas, sobre todo en el ámbito del terror y la fantasía.
Seguramente su mejor obra es “El laberinto del fauno”, una excelente película que
tuvo mucho éxito. Según declara el mismo, es un enamorado de la fantasía, sobre
todo de los monstruos.
Se
aficionó a este género siendo niño, especialmente a los kaiju japoneses. Pronto superó su miedo para encontrar en ellos
unos amigos en los que confiar. Siempre estarían ahí para acojonar al personal.
“Soy un tipo socialmente inepto, las interacciones no son lo mío.
Mis amigos son los monstruos.” Guillermo del Toro.
Por todo ello,
no es de extrañar que finalmente haya dirigido la película más “monstruosa” de
toda la historia: Pacific Rim. El argumento es sencillo: el mundo se ve
amenazado por una plaga de monstruos enormes, que probablemente se pasaron con
el Zumosol, dejando en ridículo a Gozilla, y no digamos ya a King Kong.
Aparecen por una fosa del Pacífico, y tienen más peligro que bautizar a un
gremlin.
En nuestras
entradas en el blog, un aspecto importante y cultureta es buscar antecedentes y referencias previas. Así
podríamos comentar que el propio Guillermo del Toro dice inspirarse en Goya (El
coloso). A mi me parecen más obvias las referencias a Mazinger Z y a los Transformers…porque
estamos de enhorabuena, no sólo salen monstruos en la peli, también robots
gigantes…¿qué más podemos pedir?
Los robots son la caña. Mucho mejores que los transformes, más realistas, de movimientos
lentos y pesados, pero poderosos, manejan más el combate cuerpo a cuerpo que la
artillería, ya que ésta, a pesar de ser mucho más eficaz, restaría espectáculo
a las peleas monstruo-robot. Pudiendo resolver con una buena hostia, para que
recurrir a misiles. En cambio, los transformers están siempre atontados, no
saben si empezar una pelea o acogerse al plan Prever.
A veces los
pilotos que los dirigen se pasan un poco con el rollito Top Gun (allá va otra
referencia), pero bueno, son tolerables. Configuran sus robots según sus gustos
y nacionalidades, y aquí se nota la influencia de los videojuegos y películas sobre
torneos de peleas. Entre los actores, destacar la presencia de Charlie Hunnam
(Jax Teller en la serie “Hijos de la anarquía”); Ron Perlman, fantástico
también en Hijos de la anarquía, pero muy conocido previamente (El nombre de la
Rosa, etc.), y sobre todo, Idris Elba, famoso por su estupendo papel de
Stringer Bell en The Wire. Por cierto, Santiago Segura también tiene una
pequeña aparición.
Y aquí viene
la referencia más importante de todas, y creo que no reconocida adecuadamente. El pilotaje de
los robots debe mucho a la estupenda novela de John Haldeman, “Forever Peace”
(1997), un clásico de la ciencia ficción. Precisamente estoy acabándola de leer
estos días.
Es cierto que
en estos momentos ya resulta casi imposible hacer algo realmente original, sin
referencias a la ciencia ficción previa. Lo hemos visto en Oblivion, por
ejemplo.
Lo mejor de la
película son las impresionantes peleas de los robots y unos monstruos cada vez
más cabronazos y mejor organizados. La sensación de escala está muy lograda, y
los efectos digitales no resultan tan falsos como en otras películas. La
brutalidad y la inmensidad de los bichos oceánicos resulta espectacular,
superando cualquier otra película previa sobre monstruos.
Obviamente, es
una cinta dirigida a un público friki que como Guillermo del Toro, se vuelve
loco con todo bicho grandote y con mala leche. Si te encuentras entre ellos, te
va a encantar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario