jueves, 24 de enero de 2013

Lincoln

Me da igual quien lo diga y como lo adorne. Esta es una película sobre un Presidente americano, hecha por un director americano y para un público americano. Para el resto son casi tres largas horas, que se hacen largas de veras, aguantando diatribas y chascarrillos de un político que pasó a la historia por algo importante, abolir la esclavitud, pero que entretiene más en su faceta de “cazador de vampiros” (je, je).

Esto es como si, dentro de 100 o 200 años, a algún iluminado se le ocurre hacer una película sobre Rajoy porque ha pasado a la historia por hacer algo importante, que no bueno, como por ejemplo cargarse el estado del bienestar. Y entonces nos lo sacan en pantalla haciendo gala de su “retranca” gallega, contando anécdotas y chistecillos sobre otros dirigentes (Angela Merkel, por ejemplo) o políticos de otros partidos. Para dar mayor solemnidad al asunto, el director nos castiga con innumerables contrapicados (para dejar constancia de la altura física, que no moral, del personaje) y primeros planos de perfil que solo buscan incidir en el gran parecido físico entre el actor que lo interpreta y el personaje real.

Admito que cuando se inicia la votación en el Congreso, si es que has conseguido llegar hasta ahí a través de los vericuetos y las idas y venidas de emisarios y congresistas, en esa negociación, a veces clara y otras no tanto, tiene cierta emoción porque logra transmitirte que estás asistiendo a un momento histórico.

¡Pero dura poco! Y el final, asesinato incluido, lo único que te hace es exhalar un suspiro pero no de pena, sino de descanso pensando: “¡por fin se ha terminado!

¡Ah! y aunque Daniel Day-Lewis es uno de mis actores favoritos, no creo en absoluto que se merezca el Oscar por esta interpretación. Vamos a lo de siempre, admito que la caracterización es muy buena, por tanto, que se lo den a los de maquillaje, peluquería y vestuario, pero ya está.

Si tuviera que destacar algo de la película, bueno a alguien, sería sin duda a Tommy Lee Jones.



2 comentarios:

  1. La película se me hace demasiado larga, el guión es regular. La parte política es interesante y está bien documentada, pero cada escena intenta ser trascendente...lo mejor es el pequeño discurso con respuesta ingeniosa de Tommy Lee Jones. La musiquita de fondo, con Spielberg en plan profundo me resultó muy cargante. Y la vida familiar de Lincoln, también muy pesadita. Eso si, la historia que cuenta es bastante más trascendente que la política actual, jeje...

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  2. ¡Que sorpresa! veo que no te ha gustado tanto como yo pensaba y que coincidimos, sobre todo, en que es una película muuuuuy pesada.

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