sábado, 3 de noviembre de 2012

La Casta de los Metabarones.


 Toma toba, pekadorr de la galaxiaa...
 
Nos encontramos en una extraña galaxia, llena de planetas exóticos y de peña de dudosa ralea. En la ciudad enterrada de un planeta abandonado se esconde el Metabúnker, la fortaleza del último Metabarón, Sin Nombre. Dos robots esperan aburridos a que regrese su amo de alguna peligrosa misión. Para matar el tiempo, el más pequeño de los dos robots comienza a desgranar la historia de la Casta de los Metabarones, los guerreros más valientes y mortíferos de la historia del universo (de este y de varios otros paralelos...). A lo largo de casi 600 páginas de un cómic maravillosamente ilustrado por el argentino Juan Antonio Giménez, iremos conociendo la brutal y entretenida historia tramada por el chileno Jodorowsky.
Ya habíamos comentado en este blog el estupendo cómic “El Incal”, escrito por Jodorowsky con ilustraciones de Moebius. Uno de los personajes de El Incal era precisamente el Metabarón, y en este largísimo cómic, conoceremos en detalle la historia de su casta, desde los tatarabuelos Othon y Honorata, los bisabuelos Agnar y Oda, los abuelos Cabeza de  Hierro y Vicenta Gabriela de Rokha, pasando por a Aghora el Padre-Madre, hasta llegar al  último Metabarón. Disfrutaremos de sus aventuras estrambóticas, llenas de intriga, honor, traición, humor, violencia y un sexo un tanto friki.

La obra tiene elementos surrealistas típicos de Jodorowsky, pero no resulta tan estrambótico como El Incal, y mantiene una lógica interna más estructurada. Se aproxima más a una ópera espacial, con muchos elementos de sagas clásicas de héroes mitológicos (griegos y nórdicos), y de obras de ciencia ficción como Dune (Jodorowsky trabajó muchos años en una adaptación al cine de esta novela). El autor finaliza cada episodio con un “cliffhanger”, una técnica muy cinematográfica. Es muy de agradecer que, aunque el guión recurre a elementos mágicos, sin embargo se las apaña para poner en serios apuros a los protagonistas, que tendrán que recurrir al ingenio para sobrevivir a múltiples situaciones comprometidas.
Sin alcanzar la genialidad de El Incal, resulta muy entretenido y convincente dentro del peculiar estilo de Jodorowsky. Es capaz de introducir elementos muy imaginativos, que no mencionaremos para no adelantar nada al lector. Este cómic está disponible en volúmenes separados, y en un libro recopilatorio muy bien editado por Random House Mondadori. Y en este blog encontramos una buena crónica, con más detalles de la obra.

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