lunes, 4 de julio de 2011

Blackthorn

¿Y si Butch Cassidy y su colega Sundance Kid no murieron tiroteados en Bolivia (todos recordamos la escena final de "Dos hombres y un destino") sino que escaparon y vivieron allí escondidos?. A partir de esta hipótesis Mateo Gil nos presenta una del Oeste, pero fuera del Oeste, que recrea maravillosamente la vida del bandido romántico por excelencia que tanto juego ha dado en el cine.

Con Bolivia tomo telón de fondo nos introduce en sus paisajes, de una belleza agreste, agresiva y extraordinaria, a través de una fotografía de gran belleza, que confieren a la historia un halo casi épico y soñador. El ahora conocido como Blackthorn, otrora compañero inseparable de Sundance, se siente mayor y extraño en la tierra que le ha acogido durante años y decide volver a su país. Pero en su camino se cruza un ingeniero español (“como se te ocurre fiarte de un español”) que le hace rememorar la camaradería, la amistad, la lealtad por encima de todo. La película cuenta con buenos diálogos y la complicidad entre Noriega y Sam Shepard consigue hacerla divertida y muy creíble. Está en la línea de los buenos “western” de Clint Eastwood.

No recordaba quien era Mateo Gil, pero si recuerdo perfectamente “Nadie conoce a nadie” una película de intriga rodada en Sevilla que me sorprendió mucho en su día y en la que también contó con Eduardo Noriega.

Como está rodada en inglés espero que “Blackthorn” triunfe tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, porque es BUEN CINE, con mayúsculas, y prueba irrefutable de que en España contamos con muy buenos profesionales. ¡Os la recomiendo sin duda! (además en esta ocasión creo que he coincidido con Boyero).

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