viernes, 8 de marzo de 2013

Sons of Anarchy


 
Festival macarra en una serie bruta, bruta...
 
La serie “Sons of anarchy” narra la vida, obra y milagros (forjados a mamporrazos) de un club de moteros de California. Muchos de estos clubs se crearon después de la Segunda Guerra Mundial, basándose en valores como la libertad, la fraternidad y apoyo mutuo, un sentido de individualismo e independencia ante el estado, etc, e inspirados en parafernalia militar. Sin embargo, pronto derivaron en dos grandes ramas: aquellos más centrados en el mundo de la motocicleta, y otros que derivaron en organizaciones fuera de la ley, algunas directamente  delictivas  o  mafiosas. La más conocida de ellas es, seguramente, el club “Los ángeles del infierno”. El de esta serie, ni que decir tiene, pertenece a este segundo grupo mucho más interesante cinematográficamente, y seguramente se inspira especialmente en el grupo Hells Angels. La serie ha sido creada por el actor, guionista y director Kurt Sutter, que ha trabajado en otras como The Shield.
http://en.wikipedia.org/wiki/Kurt_Sutter

Los actores no son en general muy conocidos. A destacar Dayton Callie, que ya había participado en la excelente serie Deadwood, y en ésta interpreta a un policía local, y sobre todo,Ron Perlman, un clásico secundario en numerosas películas, como La ciudad de los niños perdidos, Hellboy, etc.
http://en.wikipedia.org/wiki/Ron_Perlman

La primera temporada de la serie, sin resultar demasiado interesante, engancha por su ritmo frenético, su humor negro, y la violencia macarra y algo ingenua de los miembros del club. Es interesante como aborda el mantenimiento del club como un mal menor en su comunidad, un aparentemente idílico pueblecito con el irónico nombre de "Charming", como barrera frente a otras amenazas peores.
Por desgracia, se nota que las siguientes temporadas tienen que estirar los temas en exceso: fidelidad al club, machismo, traidores, luchas entre clubs de motoristas, mafiosos y terroristas, el papel de distintas agencias federales contra el crimen, tensiones familiares, etc. El argumento se vuelve demasiado exagerado e inverosímil, y la violencia excesiva. El guión, muy rebuscado, consigue de todas formas sorprendernos a veces con giros alocados, pero ingeniosos y llenos de humor negro y cierta justicia poética. Lo mejor, las escenas de los moteros a bordo de sus preciosas Harleys, con sus vistosas chupas de cuero  negro, viajando por las carreteras secundarias de California.

A pesar de la exageración, la serie parece muy bien documentada sobre el mundo de estos clubs, con sus estrictas pero democráticas reglas internas, su jerarquía, sus formas de “trabajar”, etc. Como en todas las obras en las que los protagonistas son mafiosos, el espectador se vea animado a mirar con simpatía a los delincuentes, y con recelo a unas fuerzas del orden muchas veces peores que ellos mismos…
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario