miércoles, 2 de noviembre de 2011

El incierto futuro

Yo quiero una de estas para ver cómo acaba la liga este año...


Recientemente he vuelto a leer la clásica novela de ciencia ficción, “La máquina del tiempo”, de Herbert George Wells (1866-1946). Fue su primera novela, publicada en Londres en 1895. Su éxito notable permitió al autor dedicarse por completo a la escritura. Posteriormente, vendrían grandes obras como “El hombre invisible” y “La guerra de los mundos”. Hoy día está considerado uno de los grandes precursores de la ciencia ficción.

El “viajero del tiempo” es un excepcional científico, que logra desentrañar la cuarta dimensión, el tiempo, para poder moverse por ella con una máquina de diseño propio. La novela comienza en casa del científico. En una primera reunión con amigos, realiza una prueba con un pequeño modelo a escala, pero sus escépticos compañeros piensan que se trata de un hábil truco del viajero (al parecer, no era la primera vez que tomaba el pelo a sus amigos, el buen hombre). Sin embargo, a la segunda cena llega tarde y muy desmejorado. No es para menos: acaba de llegar de un terrible y desolador futuro.

Nuestro héroe visita primero el año 802.701, con la esperanza de encontrarse un mundo idílico en el que la humanidad haya resuelto sus problemas. La verdad es que les había dado suficiente tiempo para ello. Sin embargo, lo que se encuentra es un terrible planeta en el que la especie humana ha evolucionado en dos nuevas especies. Los Eloi, unos seres majetes y risueños, parece que no tienen ningún problema, y sólo se dedican a jugar y a comer fruta. Sin embargo, su miedo a la oscuridad ya le está dando pistas al viajero. Por la noche ascienden a la superficie los terribles y asquerosos Morlock, bichejos humanoides acostumbrados a la oscuridad, que después de haberse comido a topos, ratas y demás habitantes subterráneos, deciden cambiar de dieta y probar a papearse a los atontaos de los Eloi.

Los Morlock, aunque cabroncetes, son listos y tienden una trampa al viajero, de la que apenas puede huir, avanzando hacia un futuro más lejano aun. Millones de años más tarde, se encuentra con un mundo desolado, en el que el sol se ha detenido (la tierra ofrece la misma cara todo el tiempo por un fenómeno astronómico que es real); y sobre la superficie del mundo, sólo habitan ya plantas y cangrejos gigantes. A pesar de su terrible experiencia, el viajero decide darse otro paseo, ¿quizás esta vez por el pasado?. Provisto de una cámara, ya nunca sabremos que fue de él. Quién sabe, quizás reaparezca con su maravillosa máquina cualquier día de estos.

La novela resulta algo ingenua pero muy entretenida de leer, y plantea temas muy del Siglo XIX, que siguen estando de actualidad, especialmente la lucha de clases, en la que un grupo privilegiado somete a la gran mayoría a una vida miserable y degradada, lo que acaba desembocando en la decadencia de la humanidad, y en un horrible futuro. El autor pasó por una infancia bastante dura, con lo que conocía de primera mano la dura vida de la clase trabajadora en la época victoriana. Por otra parte, aunque la ciencia que expone es la propia de su época, el autor estaba claramente al día. La tierra acompasa su rotación con el sol, nuestra estrella se transforma en una especie de gigante roja (aunque más fría de lo que ahora creemos, y mucho antes de lo que la ciencia actual nos dice. En aquella época pensaban que la tierra acabaría helada, ahora cremos que terminará chamuscada, pero dentro de cientos de millones de años. Salvo que nos la fundamos antes, claro, o nos caiga encima un asteroide). La descripción del viaje a través del tiempo resulta bastante convicente, a la manera de las novelas clásicas de aventuras del Sg. XIX.

http://es.wikipedia.org/wiki/La_m%C3%A1quina_del_tiempo


La adaptación al cine más famosa la realizó George Pal en 1960. En definitiva, siempre es muy aconsejable releer a los clásicos. ¿Será posible alguna vez viajer en el tiempo? Parece difícil según las teorías actuales, pero de serlo, seguro que no será en una máquina tan elegante como la descrita por HG Wells.

2 comentarios:

  1. Bufff, bastante lento soy yo leyendo y me quedan demasiados miles de libros para leer como para pensar en repetir lecturas. En este caso tengo la suerte, en forma de omisión inaceptable, de no haber leído La Máquina del Tiempo. Ya la tenía como pendiente, y me la apunto incluso adelantando unos lugares en la lista.
    Además, debe hacer gracia pensar que hace sólo un siglo alguien creyó que en el año 802.701 seguirán existiendo algo parecido a personas.
    La verdad es que me entristece la realidad de no poder pensar razonablemente en ver la evolución de la humanidad mucho más allá del año 2040. Me gustaría saber si realmente nuestros descendientes consiguen cargarse el planeta, aniquilarse entre ellos, hacer que Gaia se mosquee, tosa y los envíe a volar por el espacio...

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  2. Es una estupenda lectura. Yo de Wells tengo pendiente "el hombre invisible". Esta la leí en su día pero no la recordaba bien. Es cortita. Esperemos que la evolución siga un buen camino. Después del Homo Sapiens vendrá el Homo Barbatensis, una especie claramente superior. Jarrr!!!!

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