A ver quién pasa una noche aquí....
Bram
Stoker nació en Dublin en 1847. Enfermo de pequeño, afortunadamente se recuperó
y acabó estudiando matemáticas. Interesado en las artes y en el teatro, se
trasladó a Londres para gestionar el Lyceum Theather, de la compañía de Sir
Henry Irving. Miembro de la alta sociedad, viajero, conoció a personajes como
Oscar Wilde, Arthur Conan Doyle, e incluso a algún presidente de EE.UU.
Stoker
comenzó a publicar novelas, entre ellas algunas de terror. Gracias a su amistad
con el escritor húngaro Armin Vambery, se interesó por el el folklore y la
mitología de la Europa del este. A partir de ese momento investigó a fondo las
historias sobre vampiros. Bram Stoker murió en Londres en 1912.
https://en.wikipedia.org/wiki/Dracula
La
novela Drácula está escrita en el género epistolar, tan de moda en el Sg. XIX.
Con habilidad, el autor utiliza diarios personales, diarios de a bordo, noticias
de prensa, e incluso transcripciones de grabaciones en fonógrafo, la tecnología
punta de la época, para componer una
trama llena de acción y emoción que no se resiente por esta fórmula un tanto
arbitraria.
La
famosísima novela comienza con el largo viaje de Jonathan Haker, un “solicitor”
(especie de procurador) dedicado a negocios inmobiliarios, para reunirse con un
extraño y solitario cliente en Transilvania: el Conde Drácula. Según se acerca
al siniestro castillo del conde, su inquietud va en aumento. Varios
acontecimientos sugieren que el conde no es quizás el más normal de los vecinos
del barrio. Una vez dentro del castillo, el bueno de Haker comprueba que es un
prisionero en el ambiente más gótico que se pueda imaginar. A partir de ahí
comenzará una aventura llena de terror y peligro para él y para todos sus
amigos y familiares.
Aunque
Jonathan Haker es un personaje fundamental en la novela, hay otros dos que han
trascendido mucho más: su mujer, la atractiva, interesante e inteligente Mina
Murray, que dará una lección de valor a un grupo de caballeros victorianos
que tratan de apartarla del peligro con bastante poco éxito; y sobre todo, el
excéntrico sabio holandés Abraham Van Helsing, con su inglés un tanto extraño,
su mezcla de conocimientos científicos y mágicos, y su personalidad carismática
que llena todas las escenas en las que aparece.
Aunque
ya existían novelas y narraciones previas sobre vampiros, como “El vampiro” de
John Polidori (1819), escrita tras el famoso encuentro en Suiza en el año sin
verano del que surgiría también el Frankenstein de Mary Shelly, el Drácula de
Bram Stoker establece los rasgos clásicos que definen a todo vampiro elegante y
siniestro que se precie. La novela parece escrita para el cine, con un ritmo
trepidante, y un final de infarto que se adelanta a Hollywood en muchas
décadas. La novela, llena de aventura, algo de humor, un toque de erotismo y
diversión continua, resiste perfectamente la lectura después de decenas de
adaptaciones al cine, teatro, cómic, etc. Al parecer, existen más de 200
películas de Drácula, incluyendo los dos grandes clásicos, el Drácula de
Coppola (1992), y Brácula de Chiquito de la Calzada (1997). A destacar también
la estupenda Mina Murray en el cómic “La liga de los hombres extraordinarios”,
de Alan Moore.
Y aquí Teresa nos habla más sobre vampiros...
http://elfrikismoilustrado.blogspot.com.es/2009/11/una-de-vampiros-en-aquellas-miticas.html
Y aquí Teresa nos habla más sobre vampiros...
http://elfrikismoilustrado.blogspot.com.es/2009/11/una-de-vampiros-en-aquellas-miticas.html
Drácula, con Mina no te metas Pekadorrrrr....
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