miércoles, 1 de diciembre de 2010

CHLOE

Un supuesto seductor (Liam Neeson) es supuestamente seducido por una seductora profesional (Amanda Seyfried), todo ello en un ambiente de lujo y teniendo como espectadora a una doctora de éxito (Julianne Moore) a quien las dudas sobre su atractivo físico le llevan a cuestionarse la fidelidad de su marido.

La historia gira en torno a la idea de que las mujeres, pasados los 40, se vuelven invisibles mientras que los hombres se hacen más atractivos e interesantes. Esto no deja de ser un tópico ya que está demostrado que nosotras estamos sometidas a una mayor presión social y mediática para que tengamos una imagen estética determinada (maquillaje, peluqueria, dietas, cirugía), por lo que nos cuidamos muchísimo más.

Como la mayoría de las películas americanas, tiene un trasfondo moralista y moralizante: Romper el voto matrimonial de fidelidad a tu pareja siempre trae graves consecuencias, no solo para ti sino para toda tu familia.

Aunque se sustenta con alfileres (la parte de la relación madre e hijo resulta poco clara) el trío protagonista, sobre todo las dos mujeres, hacen bastante creíble la historia. Pese a que las escenas de sexo explicito resultan un tanto mojigatas, el juego de seducción entre ambas se nutre más de miradas y lenguaje no verbal, algo que está muy bien conseguido. Una relación que tiene bastante de fetichista al centrarse en un objeto, una peineta de plata, que juega un importante papel.

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