viernes, 8 de octubre de 2010

COME, REZA, AMA

En el site oficial de “Come, reza, ama” (www.comerezaama.com) presentan así la película: “Liz Gilbert (Julia Roberts) tenía todo lo que una mujer actual puede soñar, un marido, una casa, una exitosa carrera y como muchas otras personas, se encontraba perdida, confusa y buscando lo que realmente deseaba en su vida. Recién divorciada y ante la disyuntiva de qué camino coger, Gilbert sale de su acomodada vida y lo arriesga todo, embarcándose en un viaje alrededor del mundo que se convierte en una búsqueda para encontrarse a ella misma. Durante sus viajes, descubre el verdadero placer de la comida en Italia, el poder de la oración en la India y final e inesperadamente, la paz interior y el equilibrio del verdadero amor en Bali.”
¡Que película más simple!. Julia Roberts interpreta un papel de mujer charlatana (el doblaje que le hacen me recordó mucho al que siempre le ponen a Wody Allen) y medio tontusa. ¿Y que coño arriesga?. Si no pierde ni su casa, ni su trabajo, ni sus amigos… Lo único que hace es comportarse como una americana extravagante que se plantea tomarse un año sabático porque “está aburrida”.
No sé si el libro en que se basa será así o no, pero la historia no refleja ninguna angustia existencial, ni nada por el estilo. La protagonista un día se divorcia (ni ella sabe por qué). Se enrolla con un tío más joven, supuestamente para sexo sin compromiso, y, no se sabe como, acaba convirtiéndose en un problema ¿???. El caso es que en medio de este embrollo, a la señora no se le ocurre otra solución que irse de viaje (aunque su trabajo consiste precisamente en eso).
Total la pava se va a Roma donde descubre “el placer de la comida” porque parece ser que en America no lo conocía (si de lo que se trata es de demostrar que come sin pensar en los kilos desde luego no se refleja porque no engorda ni un gramo en toda la peli, con lo cual resulta poco creíble).
Después cambia una existencia idílica en Italia para irse a la atestada India porque le da un “alberete” y decide que quiere ir a rezar con la gurú de la cual era seguidor su amante no ella. Y para terminar se va a Bali donde conoce a Javier Barden en un papel anodino, deplorable y olvidable (supongo que le habrán pagado una millonada porque de lo contrario no se entiende que alguien que selecciona tanto sus papeles acabe aceptando uno como éste).
Es una historia sin fuste. Carece de grandes interpretaciones, pese a los actores. Ni siquiera destaca la fotografía o los paisajes que aparecen. ¡Es muy mala!. ¡A mi me dio vergüenza ajena!.

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