lunes, 21 de septiembre de 2009

HUESTES ALADAS


El término ángel deriva de una traducción griega del original hebreo mal’akh, que antiguamente significaba la “cara oculta de Dios”, pero más tarde pasó a significar “mensajero”.

http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81ngel

Su importancia básica no radica en qué o quienes son, sino en lo que hacen. Representan espíritus celestiales considerados precisamente como mensajeros o intermediarios entre Dios, o los dioses, y la humanidad. Todas las religiones están relacionadas con el vínculo que los seres humanos tienen o deben tener con el reino sobrenatural. En las cuatro grandes religiones occidentales, judaísmo, zoroastrismo, cristianismo e Islam, se piensa que esta relación incluye a los ángeles, enviados como mensajeros divinos a la humanidad para instruirlos, informarlos o dirigirlos. Un ángel puede actuar también como guardián protector, como guerrero celestial, e incluso como poder cósmico. Más aún, la línea divisoria entre un ángel bueno y un ángel malo, o demonio, está a veces poco clara. Por lo tanto, los ángeles pueden describirse en general como poderes personificados mediadores entre lo divino y lo humano.

Como sostiene Malcolm Goldwin en su magnífico libro Angels: An Endangered Species, (existe traducción española: Ángeles, una especie en peligro de extinción), en términos históricos, desde un punto de vista genealógico, los ángeles son algo así como el resultado híbrido de un extraordinario programa hebreo de entrecruzamiento original de seres sobrenaturales egipcios, sumerios, babilonios y persas. Esta interacción genética de ideas dio origen a la apariencia corpórea de los mensajeros alados de Dios que hoy conocemos. Hacia el siglo I esta creación básicamente judía fue adoptada, casi en su totalidad, por la nueva religión y, seis siglos más tarde, por los musulmanes.

Los nueve coros y las tríadas celestiales

















Según los dos textos fundacionales “Las jerarquías celestiales”, de Pseudo Dionisio Areopagita y la “Summa Teológica”, de Tomás de Aquino, existen nueve órdenes o coros celestiales girando alrededor del Trono de la Gloria, rodeando al Centro Divino, como una suerte de sistema planetario. Su estructura es la siguiente:

Tríada superior (o interna)
1. Serafines
2. Querubines
3. Tronos

Tríada intermedia
4. Dominaciones
5. Virtudes
6. Potestades

Tríada inferior (o exterior)
7. Principados
8. Arcángeles
9. Ángeles


Coro primero: Serafines. Constituyen el orden más elevado. Son seres de luz y de pensamiento, en comunión directa con Dios. Se les representa con seis alas y cuatro cabezas.

Coro segundo: Querubines. Aparecen en el libro de Ezequiel, y en el Apocalipsis, en la forma hebrea original se les representa con cuatro alas y cuatro caras, como los portadores del Trono de Dios y como sus aurigas.

Coro tercero: Tronos (ofanines o galgalines). Descritos como las “grandes ruedas” o los de “múltiples ojos”, los Ofanines son los carruajes de Dios.

Coro cuarto: Dominaciones. Descritos indistintamente como Dominaciones, Señores, Kuriotetes o, en la cultura hebrea como los Hasmal (Hamshallim).

Coro quinto: Virtudes. Conocidos como Malakim, Dunamis o Tarshishim, estos ángeles conceden bendiciones procedentes de las alturas, en forma de milagros.

Coro sexto: Potestades. Llamados también Energías, Potencias y Autoridades, se supone que fueron los primeros ángeles creados por Dios. Habitan la peligrosa región limítrofe entre los cielos primero y segundo.

Coro séptimo: Principados. Originalmente encargados de las naciones y de las grandes ciudades de la tierra.

Coro octavo: Arcángeles (“los Siete Magníficos”). Los siete ángeles que se alzan ante el Señor en el Apocalipsis, son representados habitualmente como los arcángeles. Según Pseudo Dionisio son mensajeros que llevan los Decretos Divinos. Se les considera como los intercesores más importantes entre Dios y los humanos, y son ellos quienes mandan las legiones del Cielo en su constante batalla contra los Hijos de las Tinieblas.


Aunque las fuentes están de acuerdo en el número de siete, existe un debate entre quiénes podrían ser en realidad. Cuatro nombres que aparecen con regularidad son Miguel, Gabriel, Rafael y Uriel. Los otros tres candidatos son seleccionados tradicionalmente entre Metatrón, Remiel, Sariel, Anael, Ragüel y Raziel. (El sufijo –el significa “radiante” o “resplandeciente”).

Coro noveno: Ángeles. El último orden de la jerarquía celestial y el más cercano a la especie humana. La Iglesia Católica actual sostiene que los ángeles son puramente espirituales, actuando como guardianes o auxiliadores.

En plena Edad Media, durante los siglos XII y XIII, la angelología, como rama de la teología ocupada del estudio de los ángeles, llegó a ser una disciplina exótica, cercana a las ciencias esotéricas, que atribuía a los ángeles todo tipo de funciones y cometidos específicos para muchas situaciones.

La Nueva Era ha propiciado un nuevo resurgir de la angelología. Rastreando la Red pueden encontrarse numerosos blogs con la detallada historia de cada uno de los ángeles propicios, guardianes y benefactores…


Una detallada enumeración en orden alfabético de varios cientos de ángeles, puede encontrarse en el blog DEMONIOS, ÁNGELES Y OTROS.

http://demoniosyotros.blogspot.com/2009/04/angeles.html

Pero sin duda, lo más interesante es la historia de los arcángeles y de las huestes del otro lado del espejo, (la zona oscura de los ángeles rebeldes), la de los ángeles negros. Pero ello nos llevaría mucho tiempo y, además, como diría Kipling, esa es otra historia…

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