James Randi dando cañita a todo tipo de fantoches y farsantes
An
honest liar es un documental biográfico sobre James Randi, mago y una de los
mayores activistas del movimiento escéptico.
La
primera parte narra los primeros años de actividad del canadiense Randi, un
chaval nada ortodoxo, que decidió unirse al carnaval con 17 años. Desde pequeño
admiró a Houdini, tanto por sus trucos y habilidad de escapista, como en su
faceta de defensor del público ante farsantes y estafadores.
Desde
1946 se dedicó a la magia y al escapismo, bajo el nombre de “The amazing
Randi”, repitiendo e incluso mejorando algunos números del gran Houdini. Sin
embargo, un día sufrió un accidente que casi le cuesta la vida, tal como se narra
en el documental, y decidió abandonar el escapismo y centrarse en su otra gran
vocación: desenmascarar a la plaga de embaucadores y farsantes que viven
gracias a la credulidad y al sufrimiento de la gente. En el documental,
Randi nos advierte varias veces: “no importa lo culto y listo que sea usted. Un
mago puede engañarle”.
Esta
segunda parte del documental se centra en la conocida lucha de Randi contra dos
grandes embaucadores. Por una parte, tenemos al Israelí Uri Geller, destrozando
vajillas por doquier (aunque luego lo compensaba arreglando relojes, todo sea
dicho). Randi se las ingenió para ponerle en evidencia nada menos que en el
Tonight Show de Jonny Carson. Para ello les hizo llegar una lista de medidas
para evitar los trucos del mundillo mágico. A pesar de su ridículo, Geller
continuó una exitosa carrera. Randi le perseguía de televisión en televisión,
rompiendo las pocas cucharillas que quedaban enteras, enseñando los viejos trucos de Uri. Su guerra acabó en los
tribunales, y existen varios videos en youtube con sus peleas televisivas.
También
muy duro resultó su combate con el más siniestro Peter Popoff, un
teleevangelista avanzado a su tiempo, ya que se dio cuenta de que para hablar con
Dios, una buena emisora de radio era mejor que una simple oración. El documental muestra escenas del desalmado
Popoff aprovechándose de la enfermedad y el sufrimiento de la gente. El y su mujer no
sólo engañaban al público, sino que se reían de la gente enferma a través de su
sofisticado sistema de comunicación por radio. Randi, con la ayuda de un
investigador privado, obtuvo pruebas del fraude y consiguió pararlo durante un
tiempo en 1986. Sin embargo, Popoff se recuperó, gracias a su total falta de
moral y a su habilidad innata para el engaño, y la credulidad de la gente. Hoy en día sigue
activo, con web, cochazos y casoplón.
Estas
historias sirvieron de inspiración a una fallida coproducción hispano-americana
de 2012, “Red lights”. Se trata de una película muy ilustrativa sobre este
problema: gran parte de la misma describe con precisión la investigación científica
que trataba de demostrar la existencia de poderes extrasensoriales. Sin
embargo, los guionistas quieren terminar contentando a todo el mundo,
escépticos y creyentes en lo paranormal, y prepararon un final estrambótico
donde los haya. En su día referenciamos esta película en el blog.
La
segunda parte del documental termina de esta manera bastante amarga, porque a
pesar del trabajo de Randi y su grupo (impresionante el trabajo realizado para
poner en evidencia los supuestos estudios científicos que apoyaban a Geller),
la conclusión es que sigue siendo muy fácil engañar. Si queréis conocer algunas
de las formas con las que nos pueden
tomar el pelo, con graves consecuencias en muchos casos, revisad esta página:
Pero
para terminar la segunda parte, dejemos mejor sabor de boca con este divertido
video de Randi operando a un fulanito con “cirugía psíquica”…
Finalmente
el documental acaba con un problema personal de Randi, que en mi opinión ya no
aporta gran cosa.
En
definitiva, un documental muy interesante, que debería recibir más publicidad y
podría ser un buen material de enseñanza en centros educativos.
Aporta el final,, demuestra que todos podemos ser engañados.
ResponderEliminarY uno de mis mejores recuerdos fue cenar con Randi
Aporta el final,, demuestra que todos podemos ser engañados.
ResponderEliminarY uno de mis mejores recuerdos fue cenar con Randi
Si, estoy de acuerdo, creo que es el mensaje.
ResponderEliminar