viernes, 22 de agosto de 2014

Begin Again

Te gusta la música”, le pregunta Hans Castorp a Septembrini en “La Montaña mágica”. “Si me la imponen, no”, le contesta éste. Disfruto con una buena banda sonora como la que más. Incluso he saboreado películas en las que apenas había diálogo pero, salvo contadas excepciones, siento rechazo hacia el género musical. 

Begin again” es la historia de dos jóvenes ingleses a quienes su pasión por la música ha unido, les lleva hasta Nueva York, y finalmente, cuando él alcanza el éxito y la fama, acaba por separarlos. A partir de ahí comprobamos como el amor al arte puro (entendido como una pasión, una forma de vida) y el amor al arte cuando éste se mercantiliza, transcurre por caminos separados que, difícilmente, vuelven a converger. La música es el epicentro de la historia pero no es solo una película musical.

Contar con Keira Knightley, una de las mejores actrices de su generación, es un pasaporte seguro al éxito. No hay ninguna película suya que no me haya gustado. Es adorable, apasionada, intensa y muy elegante. ¡Por algo Chanel la ha elegido como imagen de su emblemático perfume “Coco”!

Mark Ruffalo nos regala una magnifica interpretación de un productor discográfico en horas bajas. Impresionante la química entre los dos actores. Ambos son el motor del conjunto. 

En cuanto a Adam Levine creo que se queda a años luz de ellos, eso sin contar con que a mí, particularmente, su voz, falsete incluido, no me gusta nada.

Sin sexo, sin tiros, sin violencia, sin monstruos ni asesinos, “Begin again” es un chute de optimismo veraniego. Una película que te hace salir de la sala contento, relajado y feliz.


Vamos, un lujo en estos tiempos que corren.

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