
En Madrid, su pueblo y el mío, se me ha muerto como del rayo García Berlanga, con quién tanto reía...
La crítica más inteligente basada en el humor. Maestro en colar goles a una censura tan inculta y pacata que no podía ver lo que tenía delante. Se va y nos quedamos todos un poco más huérfanos.
¿Y no era acaso el mejor defensor de esta España de charanga y pandereta...

...cerrado y sacristía, devota de Frascuelo y de María, de espíritu burlón y de alma quieta...


Defensor de las buenas costumbres de la gente de bien. Es imprescindible un oficio estable para mantener a la familia y pagar el piso...


...sin abandonar la caridad cristiana, para que por una noche sentemos un pobre a nuestra mesa...


...todo ello con respeto a nuestra aristocracia rural y sus refinadas costumbres...

Tú que decías que no pensabas morirte nunca... como mentor nuestro que eres, nos debes una explicación y esa explicación que nos debes nos la tienes que pagar.
Nos has dejado para irte con Buñuel y Valle Inclán, Machado, Delibes, López Vazquez, Manuel Alexandre y tantos otros...que nos estáis dejando muy solos aquí abajo y hay poco reemplazo. Espero que te reciban angelitas de tacón alto, de zapatos de raso y aguja.
Como tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma compañero, hoy volveré a ver Plácido. Y ahora más que nunca, prometo no perderme el ciclo de 8 madrid TV (besos Reichel, mi programadora favorita)
Un bonito homenaje a Berlanga.
ResponderEliminarAbrazos, Juan