Sus vais hacerr pupitarr pekadoress
28 de junio de 1914. Comienza un tranquilo verano en la
confiada Europa de principios de siglo. El Archiduque Francisco Fernando,
heredero del trono del Impero Austrohúngaro, visita la capital
bosnia, Sarajevo. No era el momento más adecuado para ello, teniendo en cuenta
la gran tensión política existente. Una conspiración preparada por
nacionalistas bosnios con el apoyo de Serbia le estaba esperando. A las 10 y 10
se produjo un primer ataque con bomba, que falló. Tras cancelar su agenda,
Francisco Fernando se dirige al hospital para visitar a los heridos del atentado,
cuando el conductor comete un error. Da marcha atrás para retomar el camino
correcto, y se le para el coche. Para mayor inri, uno de los conspiradores,
Gavrilo Princip, que estaba en una tienda cercana, observa la situación y la
aprovecha, matando de un tiro a los herederos del trono.
Este hecho tan rocambolesco arranca la cuenta atrás para la
I Guerra Mudial. Durante 37 días, la situación se irá complicando.
Diplomáticos y políticos partidarios de la paz se enfrentarán a los que piensan que
una guerra rápida, limpia y moderna les permitirá ajustar
viejas cuentas y conseguir un mayor trozo del pastel de las colonias.
Estos movimientos diplomáticos están bien recreados en la
interesante serie británica “37 dias”.
Narra, desde la perspectiva inglesa, los frenéticos
contactos entre las grandes potencias europeas, especialmente Rusia, Alemania, Austria,
Francia e Inglaterra. Una mezcla letal de militarismo y nacionalismo con incompetencia y estupidez,
más las limitaciones en las comunicaciones de la época, van a lastrar los
esfuerzos negociadores, acercando día a día una guerra que aterrorizaba sólo a
los conocedores del poder destructivo de las armas modernas.
Probablemente los hechos no son muy exactos, algunos personajes parecen algo falsos, y se nota
cierto sesgo favorable a los británicos, pero en todo caso, merece la pena ver
este brillante drama político, por el esmero en la recreación de la época,
buenas interpretaciones, y por la trascendencia de los dramáticos hechos que
narra.